Pueblos con encanto: Carmona (España). Situada a treinta kilómetros de Sevilla y a 505 de Madrid, Carmona se encuentra en la conocida como Ruta de los Alcores, una fértil zona regada por el río Corbones. Es, sin duda, una de las más importantes y atractivas localidades de la provincia. Su aspecto y configuración son el resultado de la importancia que siempre le han otorgado todos y cada uno de los pueblos que por su suelo han pasado. Esa relevancia se la debe a su privilegiada posición geográfica, ya que controla las principales vías de comunicación de la zona. Carmona es de esos lugares que merece ser visitado a pie y perderse por sus callejuelas y patios, visitar sus iglesias, conventos, sus casas solariegas, sus plazas y, cómo no, sus restos de época romana.

El origen de la ciudad hay que buscarlo en la Edad de Bronce, cuando se asientan las primeras tribus aprovechando su estratégica ubicación. Después se establecerían los cartagineses y seguidamente los romanos, época en que Carmona (Carmo) vive un período de esplendor. Con los romanos la ciudad no es, como otras, un mero recinto defensivo, sino que se constituye como una ciudad en toda regla. Se puede afirmar que los romanos hicieron de Carmona el lugar mejor y más fuerte de la provincia Bética. Seguidamente llegan los árabes que le dan el nombre de Qarmuna. En 1247 eran expulsados por Fernando III. Tras el asesinato de Pedro I por su hermano Enrique de Trastamara, Carmona fue escenario de varios progroms contra los judíos y le tocó sufrir en propias carnes su apoyo a Pedro I el justiciero. En los siglos XVII y XVIII se llenaría de conventos y palacios, que suponen su actual riqueza patrimonial.