Apuntes de bolsillo

Apuntes de bolsillo

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER. En palabras de Luis Cernuda, Bécquer tiene, en lo que se refiere a la poesía española contemporánea, el mismo valor que Garcilazo tuvo en la poesía de los siglos XVI y XVII. Su breve obra poética, las Rimas, escritas entre 1859 y 1868 y que no llegaron a ser publicadas hasta 1871, después de su muerte, comprenden 79 composiciones y son el punto de partida de una lírica que dará sus frutos al cabo de varias décadas posteriores en la obra, sobre todo, de Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y el propio Luis Cernuda.

La poesía de Bécquer, sencilla y musical,  huye de la altisonancia y de la ramplonería y aspira, por decirlo con las propias palabras del poeta, a ser “natural, breve y seca”, es decir, a quedar desnuda de todo artificio.

Bécquer es autor además, de Leyendas (1872), de neta inspiración romántica y escritas con una excelente prosa poética. En ellas recoge leyendas populares y desarrolla temas y ambientes románticos, a menudo fantásticos y misteriosos. Las más notables son El Miserere, Maese Pérez el organista, Los ojos verdes, La corza blanca y El Beso. Durante una estancia en el monasterio de Veruela, donde se trasladó para curarse de la tuberculosis, Bécquer escribió cartas desde mi celda (1864), importantes tanto  por la calidad de su prosa como para conocer su pensamiento.

 “Se animoso y firme en la situaciones difíciles y, con sabiduría, recoge las velas hinchadas cuando el viento sea demasiado favorable” (Horacio, poeta clásico latín).

Publicaciones Relacionadas

Más leídas