Apuntes de bolsillo

Apuntes de bolsillo

HERNÁNDEZ, Miguel (1910-1942). El poeta Miguel Hernández es un caso particular. En realidad, no pertenece a la generación del 27, pero se acostumbra incluirlo en ella por una trágica circunstancia extra-literaria: su muerte en plena juventud en las cárceles franquistas, hecho que truncó la continuación de una obra poética que tal vez se hubiera emparentado con otras líneas estilísticas. Hernández nació en Orihuela (Alicante) en el seno de una familia humilde. Autodidacta e intituivo, se adelantó a la renovación poética de los años cuarenta. La lectura de los clásicos españoles, en especial Góngora y Calderón, dejó claras huellas en su obra: preferente elección de estrofas tradicionales (soneto, décima, terceto, romance, etcétera) y un gusto barroco. Buscó siempre en sus composiciones un lenguaje poético de grave sobriedad y en ese afán fue desprendiéndose de lo superficial, de lo que de juego retórico se observa en sus primeros poemas.

La producción poética de Hernández va acompañada de una evolución de tipo ideológico que le lleva a apoyar activamente la causa republicana y a ingresar en las Misiones Pedagógicas, así como a sentir honda preocupación y responsabilidad por los problemas del pueblo llano. La breve obra de Miguel Hernández se condensa en tres títulos: Perito en lunes (1933), El rayo que no cesa (1936) y Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941).

Ad captanoum  vulgus, loc. lat. Para seducir al vulgo, o sea: al pueblo y a las masas.

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