JOSÉ M. RODRÍGUEZ HERRERA
LARRA (Mariano José De). Literato y crítico español, nació en Madrid (1809-1837), conocido también por el seudónimo de Figaro. Fue el más notable de los escritores costumbristas de la primera mitad del pasado siglo y se distinguió por su aguda sátira, que no se limitó a lo puramente moral, pues abarcó también la actividad social y política. Escribió la novela histórica. El doncel de don Enrique el Doliente, género entonces en boga, inspirado en la vida de Macías el Enamorado; pero su especialidad fue el artículo periodístico.

Le hicieron famoso sus Cartas escritas desde las Butuecas por El Pobrecito Hablador a su amigo Andrés Niporesas (1832), en que las Batuecas, región escondida en la provincia de Salamanca, simboliza el apartamiento de la realidad, y Niporessas, la indiferencia española. Entre sus numerosos artículos pueden citarse los siguientes: En este país o ¿Entre qué gentes estamos?, Vuelva usted mañana, El castellano viejo y El día de difuntos, éste último escrito en 1836, donde se acusa, en sumo grado la ironía y el pesimismo, notas características del autor. Cultivó también con gran acierto la crítica teatral y escribió algunas obras para la escena, que no han perdurado; refundió varias comedias extranjeras y tradujo las Palabras de un creyente de Lamennais. Larra se suicidó de un pistoletazo a consecuencia de un disgusto amoroso.

LA ROCHEFAQUELEIN (Enrique du Vergier, Conde de). General francés de la Vendee (1772-1794). Accedió a ponerse al frente de las tropas después de muchas súplicas, llevándolas a la victoria varias veces. Fue un soldado valiente, y se le atribuye esta arenga dirigida a los campesinos vendeanos: «Si avanzo, seguidme; si retrocedo, matadme; si muero, vengadme». Murió cuando solo contaba veintidós años de edad y había salido vencedor en dieciséis encuentros.

LAROUSSE (Pedro Atanasio). Gramático, lexicógrafo y literato francés (1817-1875). Publicó numerosos libros pedagógicos, como Gramática elemental lexicológica, jardín de las raíces griegas y Jardín de las raíces latinas, y emprendió en 1866 la edición del Gran diccionario universal del siglo XIX, que dio celebridad a su nombre y se terminó un año después de su muerte.