VALLDEMOSSA (MOLLORCA). Apretada, casi encerrada, entre la Mola de la Comuna y los 1.026 m del Teix, Valldemossa está a 15 kilómetros de Palma y a unos 400 metros sobre el nivel del mar.

Goza de un micro-clima que la convierte en un pueblo muy agradable; incluso durante las noches veraniegas se puede dormir a pierna suelta.

Sabedores de tales virtudes, los reyes de Mallorca mandaron a levantar aquí un palacio y los cartujos un convento.

Sorprende cómo el azar y los materiales han ido acompasando sigilosamente las casas de piedra valledemossinas, conformando un paisaje y un paraje que va en dos direcciones: desde S’ Estret, desde el valle al pueblo y desde el pueblo al valle.

Un valle que, a diferencia de lo que suele ser habitual, el hombre ha sido capaz de embellecer construyendo bancales y sembrando olivos, frutales y almendros. Valle pintado, musicado y cantado por grandes artistas y poetas, como Chopin o el divino Rubén Darío.

Valldemossa tranquila, de calles empedradas y peatonales, lleno de rincones pintorescos en los que no faltan la planta frondosa, el azulejo, la tela de llengües o los detalles de buen gusto que animan a disparar la cámara. Paradojas de la vida, es éste uno de los pueblos más frecuentados de Mallorca y también uno de los que mejor se mantiene.