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Si usted trata de caminar por nuestra ciudad la situación es igual, o peor; así vemos que nuestra ciudad colonial, patrimonio de la humanidad, las aceras están  deterioradas, la basura reina en todos los lugares e incluso en los más emblemáticos lugares como la Plaza España, la Catedral y la vía peatonal de El Conde, encontrándose uno no solo con basura, sino que áreas como la de la Muralla de la ciudad, anexas al  Alcázar de Colón,  los cubículos que existen en el lugar se utilizan para dormir, hacer necesidades fisiológicas, pudiéndose incluso, apreciar desperdicios de cartones (donde duermen), comidas, botellas, todo esto sumado a olores pestilentes, producto de la falta de  aseo  por las autoridades pertinentes.  

Es una gran  pena que este valioso patrimonio nacional se encuentre en estas condiciones, donde el descuido del mobiliario urbano es evidente y donde también se aprecian lugares donde prostitutas y traficantes venden sus servicios, todo esto a la vista de las de la Politur y demás autoridades.

Por último, como para terminar lo que puede ser un día en nuestra ciudad, no se extrañe si es detenido por algún operativo policial, donde lo primero que le preguntan es si usted es militar, para luego a seguidas contarle una triste historia de necesidades y entonces solicitarle que le den un dinerito para resolver y, como si fuera esto poco, encontrarse usted con la sorpresa que estos militares que lo han detenido con armas largas, muestran signos de embriaguez. En esta situación estamos y lo más triste, es que para resolver esto, no se necesita mucho dinero, ni nuevas leyes, solo el respeto de las existentes, y la voluntad política de   funcionarios y autoridades honestas que cumplan con su deber. ¿Es el caso que la corrupción es una institución que los dominicanos tendremos que seguir soportando, porque no hay hombres y mujeres capaces de imponer el órden y el respeto en el país?

Todavía estamos  a tiempo para resolver todos los problemas existentes. Así lo esperamos: ¡Que Dios nos proteja!