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JOSÉ M. RODRÍGUEZ HERRERA
En 1795 se firmó una nueva Constitución, y Bonaparte, respaldado por sus triunfos militares en Italia, se pone a la cabeza del triunvirato que ocupa el poder. En 1799 fue nombrado Primer Cónsul y el 2 de diciembre de 1804 se coronó así mismo emperador en la catedral de Notre Dame.
En su afán de «convertir a París en la capital de Europa», Napoleón llevó a cabo numerosas obras de reforma y urbanismo. Remodeló el Palacio del Louvre, erigió el Arco del Triunfo del Carrousel y mandó a construir nuevos puentes sobre el Sena (Austerlit, Léna, pasarela des Arts) y algunos canales (Ourcq y St-Martin). Al tiempo que los botines de guerra pasaban a formar parte de los fondos del Louvre, se trazaron numerosas carreteras y se empezaron a erigir por todas partes monumentos en honor a Napoleón y sus ejércitos, como el Arco de Triunfo de l´Etoile. Durante la Restauración, que vió en 1815 la subida de Luis XVIII al trono, se edificaron 21,000 casas de alquiler y se trazaron nuevas calles. En esa época empezó a ponerse de moda la costumbre de cenar fuera de casa, y los restaurantes se multiplicaron.
En 1830, durante tres jornadas revolucionarias conocidas como las «tres gloriosas jornadas», se produjo el derrocamiento de Carlos X, hermano de Luis XVI y Luis XVIII, y la coronación de Luis Felipe. En 1840, el regreso de los restos mortales del Emperador a Los Inválidos reavivó la nostalgia de la época napoleónica. Pro el ejercicio de equilibrio realizado por Luis Felipe no pudo hacer frente a la inflación, el paro y la corrupción política. Con 1840, llegó una nueva revolución, el paro y la corrupción política. con 1848, llegó una nueva revolución, y con ella la República.
En junio de 1848 se produjeron revueltas ante la rigidez del gobierno para la aplicación de su política; haciendo uso de su autoridad, la guardia nacional terminó con la vida de 4,000 obreros en el Faubourg Saint-Antoine. Luis Napoleón ocupó la presidencia, y tras un golpe de estado consiguió ser coronado emperador. Durante su reinado, el barón Haussmann llevó a cabo una profunda transformación de la ciudad de París y diseñó las grandes avenidas que tanto sorprenden al visitante de la ciudad.
La capital recibe el nombre de Ciudad de la Luz.
