En tiempos de escasez de provisiones, las latas de conservas pueden sacarnos de un gran apuro. De hecho, siendo una opción práctica y con una amplia variedad de productos a elegir, permite crear verdaderas exquisiteces si así se lo propone.

La comida de latas tiene adversarios que la tildan de poco auténtica o pobre en sabores, aunque como casi cualquier ingrediente, sólo necesitan un poco de creatividad para convertirse en sabrosos platos. Tampoco se puede desdeñar la oportunidad que dan de adquirir alimentos procedentes de lejos y que no puede conseguir frescos.

Una lata de sardinas que nunca falta en casa, no tiene que ser triste acompañamiento de unos plátanos hervidos. ¿Y si en vez de ello las convierte en unas deliciosas croquetas? Sólo necesitará cebolla, ajo, leche, pan rallado, huevos y aceite de oliva y en menos de una hora estará degustando unos ricos aperitivos para entretener a cualquier invitado. Lo mismo aplica a las salsas, que puede usar en cualquier plato, aunque la receta original no lo mande, y así transformarlo por completo. Para no abundar en teoría, vayamos a los ejemplos. Comience a practicar con este artículo.