Aquellos siete días con el pueblo

Aquellos siete días con el pueblo

Con noventa dólares en el  bolsillo y un boleto aéreo extendido por la Federación Sindical Mundial (FSM) y los sindicatos checos, salí para Europa a buscar solidaridad para el movimiento sindical dominicano y a iniciar los contactos para un evento que sería celebrado, meses más tarde, con el nombre de Encuentro Internacional de la Nueva Canción “7 Días con el Pueblo”.

Ese 1ero. Mayo de 1974, que tomé el avión, había sido trágico. Horas antes de salir del país, la policía había reprimido una manifestación en contra de las elecciones que realizaría el doctor Joaquín Balaguer en solitario, quince días más adelante, para “legitimar” una nueva reelección.

“7 Días con el Pueblo” fue pensado desde un principio como una actividad comprometida con la lucha democrática del pueblo dominicano y como un mecanismo que ayudara a financiar la organización de la entonces recién fundada Central General de los Trabajadores (CGT).

Gran apoyo del exilio
En Europa encontramos una gran acogida del movimiento sindical, de los exiliados españoles, chilenos, haitianos y de los dominicanos en Francia, especialmente de aquellos que habían sido dirigentes sindicales, como el caso de Fernando de La Rosa.

En la casa para refugiados políticos en que vivía Fernando de La Rosa, también residían otros dominicanos como Margarita Cordero y Tácito Perdomo, quienes al regresar al país ese mismo año, jugaron un importante papel en la organización de “7 Días con el Pueblo”.

Desde París y Praga, comenzamos a hacer los primeros contactos con cantautores de diversas las nacionalidades a través de los contactos del movimiento sindical internacional como a través de los respectivos exilios y grupos de estudiantes de las diferentes nacionalidades con casas en la universidad de París.

La acogida fue tan calurosa que antes  de regresar al país, se estableció en París, una oficina o buró de solidaridad con la CGT dominicana, auspiciada por Federación Sindical Mundial y la CGT francesa.

Sin embargo, el mayor aporte que recibimos en Europa fue la experiencia de cómo organizar un evento artístico de masas. Tuvimos la ocasión de conocer la organización de la Fiesta de L’Humanité y la jornada artística que realizaba en París, el Comité Internacional de Solidaridad con España (CISE).

Cuando regresamos al país, Cholo Brenes y Expresión Joven habían hecho contacto con cantautores cubanos, puertorriqueños y algunos suramericanos. En Nueva York, conversaron con Daniel Viglietti con quien me había reunido semanas antes en París.

A la altura del mes de julio, la idea había madurado, se habían contactado numerosos cantautores de habla castellana, pero también franceses, griegos y africanos, y existía la promesa de una buena parte de ellos de participar gratuitamente en un evento que convocara la clase trabajadora dominicana en el país.

Gloría Martín
Los contactos con los artistas se ampliaron y consolidaron en ocasión de un viaje que realicé a Caracas, Venezuela, con la finalidad de buscar solidaridad de los trabajadores petroleros venezolanos a favor de los trabajadores de la Refinería Dominicana de Petróleo que estaban en huelga.

Allí me encontré con la cantautora Gloria Martín y su representante, María Gómez. Gloría había estado recientemente en el país y el gobierno de Balaguer, a su salida, le había puesto un impedimento de entrada al territorio nacional por su manifiesta solidaridad con los presos políticos dominicanos. Les conté sobre el proyecto y se entusiasmaron tanto que tomaron de inmediato el teléfono para contactar a los cantautores con quienes mantenían relaciones de amistad. A ellas se debe que hayan venido al país, Mercedes Sosa, Guadalupe Trigo y, si no me traiciona la memoria, Roberto Darvin. Me presentaron a la norteamericana Joan Báez de gira en esos momentos en Caracas, pero ésta se excusó de venir al país por tener el resto del año ya comprometido.

También en esta oportunidad, nos tropezamos con los Guaraguaos, casi por accidente. Fui con unos amigos periodistas a un bar en las cercanías de la universidad donde ellos se presentaban. Desde la primera canción, supe que iban a producir delirio en el país. Les hablé del proyecto e igual que todos los demás, se comprometieron a venir gratuitamente en solidaridad con los trabajadores y con la lucha por la democracia del pueblo dominicano.

Sin que nadie se lo propusiera, “7 Días con el Pueblo” fue el escenario para la primera presentación en público de Ana Belén como cantante, quien vino con su compañero Víctor Manuel. Ella se entusiamó tanto en el concierto que se celebró en el Palacio de Los Deportes, que me dijo que tenía ganas de cantar pero que nunca lo había hecho ante un  público, por lo que no se atrevía. La llevé a los vestidores y le dije que me cantara algo. La escuché por un momento y, tomándola de la mano, camino a la tarima, le exclamé “Cantas como un ángel”.

Con todos estos contactos hechos,  entonces, comenzamos a concretar las ideas. Se formó un comité organizador constituido por Cholo Brenes en representación de Expresión Joven, y Nércida Marmolejos y yo, en representación de la CGT. “7 Días con el Pueblo”, fue posible por la alianza que representó este comité de trabajo: la unidad entre el movimiento sindical y amplios sectores de artistas e intelectuales democráticos y progresistas.

Alrededor de este comité organizador, se aglutinaron muchas personas que desempeñaron una función logística imprescindible. El primer financiamiento que recibimos provino de Artístico Febles que produjo a crédito toda la promoción visual como afiches, cruzacalles, etc. Tácito Perdomo y las hermanas Cordero, Margarita y Dinorah, apoyaron en los aspectos administrativos. Juan Bolívar Díaz y Noris Decena, se ocuparon de organizar las labores de prensa. Tratando de condensar lo que falta sobre el tema, volveré a tratarlo en una edición venidera.

En síntesis

Gran respaldo a los organizadores
Puntos de referencia para este festival de voces que interpretaban el sentir de las juventudes del mundo contra la opresión fueron la organización de la Fiesta d L’Humanité y la jornada artística que realiza en París el Comityé Internacional de Solidaridad con España.

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