La lectura de la entrega de ayer, en la que abordábamos el problema de las distorsiones en los precios de los medicamentos en Estados Unidos y la iniciativa del presidente Donald Trump, para enfrentarlas, motivó a un lector a preguntarnos que si en la República Dominicana pasaba lo mismo.
La respuesta es sí, aunque no en los niveles que en Estados Unidos.
Por lo menos, eso fue lo que arrojó un estudio de Procompetencia publicado en enero 2018 para el período 2011 – 2017, que comprobó que la tasa de crecimiento de los índices de precios de los medicamentos antihipertensivos, antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios y el complejo B habían sido relativamente altos en el país, lo cual podría sugerir el comportamiento de un cártel.
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No obstante, el estudio observó que, al analizar el coeficiente de variación de los medicamentos respecto al índice de precios al consumidor se evidencia (exceptuando para los antidiarreicos y antiespasmódicos) una menor variación.
La conclusión del estudio es la de que ese comportamiento puede tener dos explicaciones tentativas: por un lado, podría ser evidencia de la existencia en un cártel en este mercado y, por otro, podría deberse a la sensibilidad que tienen estos productos en la población, lo que implicaría que los precios estén sujetos a regulaciones por parte del gobierno.
Sin embargo, el mismo estudio plantea que, de acuerdo a lo evidenciado por en una investigación en el sector realizada por Procompetencia en 2016, no hay regulación o controles sobre los precios de los medicamentos y de acuerdo a la dinámica del mercado no hay incentivos para incluir cuotas o limitar los precios, con lo cual se descarta esta segunda posible explicación. El estudio plantea que para el señalado período los antigripales y analgésicos habían mantenido una varianza menor, aún si se separan los períodos evaluados, y plantea que de existir un cártel, podría estar funcionando desde inicios del período evaluado, pues el coeficiente de variación había estado por debajo del resto de la economía en cada uno de los períodos presentados, lo que podría ser indicativo de coordinación a la hora de fijar los precios entre los agentes implicados.
Al hacer una comparación con los países de la región, el estudio determinó que Costa Rica presenta una tasa de crecimiento en los precios de los antigripales y analgésicos relativamente baja y una variación en los precios relativamente alta, en Guatemala la situación es similar a la de Costa Rica para los antigripales, es decir, la tasa de crecimiento de los precios es relativamente baja -respecto al IPC- y la varianza es alta.
Sin embargo, en Guatemala la tasa de crecimiento de los precios de los analgésicos es relativamente baja, mientras que su variación es bastante alta en términos relativos.
Por tanto, los países comparados difieren en cuanto a la República Dominicana, lo que evidencia un comportamiento anómalo en cuanto a países similares, y podría ser un indicativo de la existencia de distorsiones en el mercado.
Estas diferencias en el comportamiento nos indican que también en nuestro país pueden haber manos ocultas que manipulan los precios de los fármacos, lo cual genera inequidades y desequilibrios en el mercado.