Jupiter, Florida. Jhonny Peralta fue suspendido por 50 partidos la temporada pasada luego de admitir estar involucrado, junto a 12 jugadores más, a Biogénesis, una clínica que ofrecía sustancias para retardar el envejecimiento y otras “cositas” más.

Tras cumplir la pena y los Tigres de Detroit clasificar a la postemporada, su pesadilla no terminó.

Varios compañeros del equipo se quejaron y estaban opuestos a que lo incluyeran en la nómina de la Serie Divisional de la Liga Americana.

Fue incluido en el roster luego de un mitin del venezolano Miguel Cabrera.

Cuando Peralta pensó que todo estaba resuelto, no se percató de otro detalle: mientras estuvo fuera, otro jugador se adueñó del campocorto.

El nativo de Santiago tuvo que jugar el jardín izquierdo y, a base de batazos, volver a recuperar su posición. Sin embargo, Detroit se quedó en el camino frente a los Medias Rojas de Boston en la Serie de Campeonato. Pero ya todo terminó tras convertirse en agente libre durante la temporada muerta y logro un pacto de 4 años y US$52 millones con los Cardenales de San Luis.

“Estaba con los Tigres de Detroit, un buen equipo, pero gracias a Dios firmamos con los Cardenales, un club del cual me habían hablado por el compañerismo de los jugadores”, dijo Peralta. El torpedero manifestó, además, que firmó con San Luis porque le garantizaron que sería torpedero titular.

“Aquí estoy muy tranquilo porque tengo mi posición segura. En cuanto a la alineación, aún no me han dicho nada, pero lo importante es estar en el terreno de juego”, dijo el jugador de 6′ 2″ y 215 libras. Sobre su suspensión por estar ligado a sustancias prohibidas, explicó que esas son cosas del pasado.

“Solo vine a esta organización a producir y tratar de llevarlos a la clasificación, ya que estamos en un equipo ganador”, dijo. Peralta consiguió el año pasado su segunda aparición al Juego de Estrellas luego de tener una primera mitad respetable.