Aquí se vende y se compra electricidad

<P>Aquí se vende y se compra electricidad</P>

El nuevo sistema de prepago de electricidad ha cambiado la actitud de los residentes en El Manguito, una barriada capitaleña ubicada entre las avenidas Winston Churchill y Abraham Lincoln.  Ya 600 familias cuentan con reguladores en sus viviendas, de las que más de 500 eligieron el prepago –entre opción y la de la factura tradicional–, y tienen servicio eléctrico disponible las 24 horas.   “Antes no se pagaba, pero nunca teníamos luz, solo 4 o 6 horas al día. Ahora como clientes, vamos a pagar y tendremos cómo reclamar cualquier fallo”, dijo Paquita Trejo, de 49 años. Se trata de un experimento de la CDEEE y Edesur que está dando resultados positivos.

SANTO DOMINGO, AFP.   Como todas las bodegas, la de El Manguito vende bebidas y dulces pero también luz para las casas de este barrio de Santo Domingo, donde funciona el primer plan de prepago de electricidad del país, como parte de un proyecto para mejorar el deficiente sistema eléctrico.   “Fui uno de los primeros en tener el sistema prepago y lo elegimos porque tiene varias ventajas: primero, que no dependes de que otros te lean el medidor y además nosotros decidimos cuánto vamos a gastar”, dice  el deportista Flavio Guillén, de 29 años.

Este joven, que dice estar de acuerdo con que la electricidad sea de pago y no un regalo del Estado -contra la creencia extendida en la República Dominicana-, asegura que si se “cuida” gastará “unos 500 pesos (13 dólares)” mensuales en luz, lo que considera “aceptable”.  

El Manguito fue seleccionado por la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) para iniciar este plan piloto hace poco más de un mes, porque generaba pérdidas de casi 99%: de 2,000 familias solo pagaban la luz 25 o 30, mientras las demás se la servían ilegalmente o no cancelaban sus facturas.   Desde entonces, las calles del barrio están llenas de cuadrillas de trabajadores, que instalan cientos de medidores, nuevo cableado y alumbrado público, pues el proyecto incluye el “saneamiento” de la red eléctrica y busca llevar más seguridad al barrio. 

Ya 600 familias cuentan con reguladores en sus viviendas, de las que más de 500 eligieron el prepago –entre opción y la de la factura tradicional–, y tienen servicio eléctrico disponible las 24 horas.   “Antes no se pagaba, pero nunca teníamos luz, solo 4 o 6 horas al día. Ahora como clientes, vamos a pagar y tendremos cómo reclamar cualquier fallo”, dijo Paquita Trejo, de 49 años.   

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