Aquiles Azar, al encuentro de todo lo vivido

Aquiles Azar, al encuentro de todo lo vivido

POR CLARA SILVESTRE
En su rostro no hay rastro de cansancio a pesar de los trastornos de salud que ha padecido en los últimos tiempos. Al contrario, muestra mucho del entusiasmo que siempre le ha caracterizado. Sonríe y con un solo gesto deja al descubierto los tantos recuerdos que hacen brillar sus ojos y enrojecer sus mejillas.

Comenta que recién, su esposa Asia María y él, estaban simplemente hablando de todo eso, parte de los viajes que juntos realizaron, y confiesa que por lo menos han vivido.

Recuerda sus viajes a Venecia, París, Nueva York, Ecuador, Brasil, México, Puerto Rico, entre otras ciudades, y aunque asegura que los recuerdos a veces llevan a ponerse triste o muy contento, llega un momento en que lloras y te preguntas por qué no empezar de nuevo, por qué no ir de nuevo otra vez, entiendes que también vives con los recuerdos.

Destaca que la frase de Adous Huxley “Yo nunca pienso en el futuro, llega demasiado aprisa” es simplemente la realidad, “voy a cumplir 72 años, si llego, el 26 de agosto, y te repito que para mí los años han pasado demasiado rápido. Los días pasan uno tras otro y no te das cuenta, y quizás no has hecho nada o has hecho algo, esa no es la idea si hiciste o no, pero si creo que ha pasado muy rápido”, dijo.

Ahora bien, reconoce que hoy puede hablar de experiencia, luego de estar en el Colegio de La Salle, de realizar los posgrados, impartido docencia en la universidad y viajado a alrededor de 14 ciudades, entre otras cosas, y al pensar en todo esto, continuamente vive de nuevo todos esos momentos.

Y así como sus pensamientos aún no reposan y muy por el contrario revolotean como mariposas que comienzan un nuevo día, tampoco sus manos descansan, “voy a realizar la exposición número 73 individual, son muchas ya, creo que son demasiadas. Está pautada para principios de octubre y constará de 20 o 25 dibujos, algunas pinturas, piedras dibujadas en tinta, es la segunda vez que lo hago, y las 10 o 12 cerámicas que he realizado, motivado por mi amigo, Thimo Pimentel”.

Su sueño sería que se pudiera presentar en octubre, junto con su exposición, el libro –por supuesto con sus dibujos– que actualmente se está preparando, “eso sería mi vida y mi todo. En caso de que no esté, mi esposa Asia va a seguir adelante, pero creo que si Dios quiere, llegamos”.

Al referirse a la colección de caracoles, fósiles y caracoles de tierra que durante muchos años recolectó, explica: “Los caracoles ya tienen dueño, un nuevo dueño, y creo que pronto se van a exponer. Soy un coleccionista, desde hace 60 años, de esta colección que también clasifiqué científicamente”. También lo fue de una colección de plumas de aves, monedas y sellos. Pero asimismo de porcelanas y cerámicas, y posee una pequeña biblioteca con alrededor de 3.000 volúmenes.

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