El deporte como eje importante de la sociedad dominicana despierta mucho interés en dirigirlo por varios factores y citó algunos: posicionamiento mediático, manejo de recursos y status social y profesional.
En República Dominicana tanto en el deporte profesional como en el amateur figuras de la sociedad se han eternizado en puestos importantes del deporte nacional.
Profesionales de todas las ramas abrazan el deporte buscando colaborar, aportar y otros lo usan como trampolín para lograr objetivos personales, políticos y de negocios. Hay de todo, bueno y malo.
Desde la más alta cúpula del olimpísmo dominicano la reelección ha sido una rutina.
Desde José Joaquín Puello hasta Luis Mejía han ocupado la presidencia de esa entidad en los últimos 40 años.
En el deporte rey del país esos métodos también son normales. El Dr Matos Berrido se mantuvo 26 años en la Lidom y el Comisionado de Béisbol del Caribe Juan Puello Herrera se mantiene en el cargo desde hace 27 años y después de verlo en un programa de tv que dirige Hector J Cruz me di cuenta que no quiere ni desea ser remplazado, hasta lo noté incómodo cuando le tocaban el tema de una salida de la entidad.
Lo mismo sucede con el mandamás de la Federación de Béisbol donde el distinguido dirigente político Tito Pereyra se mantiene como único líder del béisbol nacional por casi treinta años.
Algo similar ha acontecido en otras federaciones como la de boxeo, baloncesto, pesas, karate,lucha olímpica y recientemente en el fútbol el presidente Osiris Guzman salió de manera abrupta después de décadas al frente del balón pie nacional.
La alternabilidad del poder en el país no es creíble y el deporte es un reflejo más de las famosas reelecciones y modificaciones para hacerse dueños, amos y señores de las entidades que rigen el deporte a nivel nacional.
Se pensará que no hay nadie más con capacidad para dirigir.