Árabes toman medidas  para calmar protestas

Árabes toman medidas  para calmar protestas

EL CAIRO
AFP.
Con la esperanza de impedir un contagio de las revueltas tunecina y egipcia, los regímenes del mundo árabe multiplican las iniciativas: diálogo con la oposición, cambios en el ejecutivo, promesas de no eternizarse en el poder y mantenimiento de las subvenciones a los productos alimentarios.  

Desde el levantamiento popular que echó del poder el 14 de enero al presidente tunecino Zine el Abidine Ben Alí, las poblaciones de los países árabes, los analistas y los gobiernos se hacen una pregunta: «¿quien será el siguiente?».   Una primera respuesta vino de Egipto.   En Yemen, el presidente Ali Abdalá Saleh, en el poder desde hace 33 años, anunció el miércoles, tras una serie de manifestaciones, que renuncia a presentarse para un nuevo mandato, y llamó a la oposición a reanudar el diálogo para un gobierno de unión nacional.   Para tratar de calmar la revuelta, el rey Abdalá II de Jordania destituyó al primer ministro Samir Rifai. Su sucesor, Maaruf Bajit, abrió de inmediato un diálogo nacional, que incluye al influyente Frente de Acción Islámica (FAI). Este último rechazó participar en el gabinete.   El diálogo nacional está también al orden del día en Sudán, el más amplio de los países árabes dirigido desde hace 21 años por Omar el Beshir, sobre el que pesa una orden de detención del Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de guerra.

Reformas sociales

Frente a los riesgos de contagio de la protesta, también es clave la cuestión de las reformas sociales y económicas. 

«El precio de los productos alimentarios de base ha dado un salto de cerca del 30% en el periodo precedente a las manifestaciones… Es imposible medir el impacto a corto plazo de estos problemas económicos, pero es seguro que serán bien reales», apunta el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de EU.

Publicaciones Relacionadas