Arafat rechaza declaración Bush

Arafat rechaza declaración Bush

RAMALA, Cisjordania (AFP).- El líder palestino Yasser Arafat rechazó este jueves toda concesión respecto del derecho al regreso de los refugiados palestinos, después del apoyo sin precedentes brindado por el presidente norteamericano George W. Bush al primer ministro israelí Ariel Sharon sobre esta cuestión clave del conflicto israelo-palestino.

El presidente de la Autoridad Palestina reafirmó este jueves el «derecho de los refugiados palestinos a regresar a su patria», en reacción a las declaraciones del presidente norteamericano en las que descarta esa posibilidad.

«Nuestro destino es defender nuestra tierra, nuestros lugares santos, Jerusalén, nuestro derecho a la independencia y la libertad y el derecho de los refugiados de regresar a su patria», declaró Arafat en un discurso retransmitido por la radio.

Arafat afirmó además que no habrá paz entre Israel y los palestinos sin que se ponga «fin» a la colonización y la ocupación. «No se podrá alcanzar la paz sin el fin total de la ocupación y la colonización israelí», señaló.

El líder palestino reiteró en varias ocasiones que los palestinos iban a continuar su «lucha por la independencia» para crear un Estado con Jerusalén (este) como capital.

La Autoridad Palestina afirmó que estaba indignada por las declaraciones el miércoles del presidente Bush, al término de una entrevista con Sharon.

Bush declaró por primera vez que la cuestión de los refugiados palestinos debería solucionarse a través de la «instauración de un Estado palestino donde serán reinstalados» esos refugiados pero añadió que esas personas no podrán volver a territorio israelí.

Bush calificó de «irrealista» un regreso a las fronteras anteriores a la guerra de junio de 1967 en el marco de un acuerdo de paz. Esto significa aceptar modificaciones a favor de Israel, con vistas a incluir en territorio israelí los bloques de colonias judías en Cisjordania.

La enérgica reacción de Arafat fue sin embargo más moderada que la de la dirección palestina que encabeza. La víspera, la Autoridad Palestina advirtió antes de la reunión Bush-Sharon que un acuerdo entre ambos responsables «destruiría cualquier posibilidad de paz, estabilidad y seguridad en la región, lanzándola a un ciclo de violencia».

El primer ministro palestino Ahmad Qureia recibió una llamada telefónica del secretario de Estado norteamericano Colin Powell, quien «intentó reducir el impacto de la posición norteamericana», según el ministro de Trabajo, Ghassan Al-Jatib.

Qureia expresó «su enorme decepción frente a esta grave evolución de parte de Estados Unidos y afirmó que los palestinos rechazan las consecuencias», según un comunicado de su oficina.

Los movimientos islamistas del Hamas y la Yihad islámica también denunciaron enérgicamente las declaraciones norteamericanas.

Del lado israelí, había satisfacción por «declaraciones sin equívoco nunca oídas en 56 años», afirmó en Washington un responsable de la delegación de Sharon que pidió permanecer en el anonimato.

Tras recibir el apoyo de Bush, Sharon parece encontrarse en excelente posición para obtener una victoria en el referéndum en torno a su plan convocado para el 2 de mayo entre los 200.000 miembros del Likud, su partido.

El plan Sharon de separación prevé una evacuación de la Franja de Gaza y de sus 21 colonias, el desalojo de colonias aisladas en Cisjordania y la construcción de una muro de separación que englobe los grandes bloques de colonias en ese territorio.

Según un importante responsable de la delegación de Sharon, la retirada de la Franja de Gaza estará terminada «en el transcurso de 2005».

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