RAMALA, Cisjordania (AFP).- El presidente de la Autoridad Palestina Yasser Arafat evitó este martes una crisis ministerial al conseguir que el primer ministro Ahmad Qureia decidiera permanecer en su cargo, diez días después de presentar su dimisión en protesta por el caos reinante en los territorios palestinos.

   Tras conocer la noticia, el secretario de Estado norteamericano Colin Powell declaró: «Necesitamos actos, no proposiciones ni compromisos. Necesitamos que se consoliden los servicios de seguridad bajo la dirección del primer ministro» palestino.

   Desde su cuartel general de Ramala (Cisjordania), un sonriente Arafat selló su reconciliación pública con Qureia abrazando al que consideró su «hermano y compañero de viaje».

   Para demostrar la unidad, Arafat se rodeó de miembros del gobierno y de diputados del consejo legislativo palestino (CLP, parlamento) que publicaron la semana pasada un crítico informe sobre la acción del gobierno y recomendaron la formación de un nuevo gabinete.

   «Estoy orgulloso del resultado de esta reunión, así como de los esfuerzos del consejo legislativo y de la dirección palestina. Todo esto demuestra la fuerza del pueblo palestino que afronta diariamente ataques israelíes en Beit Hanun (Gaza), en Tulkarem y en Naplusa (Cisjordania)», dijo.

   Qureia dijo que reconsideró su dimisión por petición de Arafat. «Le agradezco que me reitere su confianza y esperamos poder estar a la altura de estas importantes y difíciles responsabilidades que nos esperan y que compartiremos con Arafat», declaró.

   El primer ministro, que presentó su dimisión el 17 de julio tras una serie de secuestros y enfrentamientos interpalestinos en los territorios, se negó a decir si su gobierno ha recibido las prerrogativas que reclamaba para controlar los servicios de seguridad.

   Según el ministro de Comunicaciones, Azam al Ahmad, allegado a Arafat, éste acepta aplicar la ley fundamental, adoptada por el CLP en 1996 y enmendada a finales de 2002, que establece las responsabilidades del gobierno y del ejecutivo. Esta ley, dijo, da al poder legislativo medios para controlar al ejecutivo.

   En virtud de la ley fundamental, la policía y la seguridad preventiva, además de la defensa civil, dependen del ministro del Interior. La seguridad general nacional, que agrupa a la inteligencia militar y a la policía de fronteras y naval, dependen del jefe supremo de las fuerzas armadas, que es Arafat.

   Ahmad declaró que Arafat cedió hace días al primer ministro las prerrogativas que dispone la ley.

   Aunque Qureia se negó a decir si hará una reforma ministerial, el gabinete anunció el martes varias medidas, entre las que figuran «la activación de un plan de reformas de la Autoridad presentado por el CLP y el examen de todos los expedientes relativos a actos que hayan perjudicado (a palestinos) (cometidos) por la Autoridad y casos de corrupción».

   En Gaza, miles de niños palestinos se manifestaron para protestar por la ofensiva que el ejército israelí lleva a cabo en el sector de Beit Hanun, al norte de esa ciudad autónoma, y por la corrupción entre los responsables de la Autoridad Palestina.

   Un adolescente palestino de 17 años murió tras ser herido por las fuerzas de seguridad en un manifestación en Rafa (sur de la franja de Gaza).

   Dos palestinos murieron en un tiroteo con las tropas israelíes en la periferia este de la ciudad de Gaza. Según fuentes palestinas de seguridad, uno de ellos pertenecía al movimiento radical islámico Hamas.

   Con estas muertes, el número de víctimas mortales desde que estalló la segunda Intifada, a finales de septiembre de 2000, se eleva a 4.200, incluidos 3.203 palestinos y 926 israelíes.

   En Jerusalén, la policía israelí prohibió el martes a los judíos el acceso a la Explanada de las Mezquitas, por temor a disturbios o atentados con motivo de la conmemoración del aniversario de la destrucción del Templo judío por los romanos en el año 70, según el calendario hebraico.