Aramis Ramírez recordó como anécdota que en una ocasión salió para el estadio de los Mets de Nueva York y se confundió en las avenidas y se perdió en el trayecto.
“Ese día cogí un taxi para llegar al estadio, ya que tenía que llegar temprano para batear”, dijo.
Y agregó: “Yo solo le dije al conductor que me llevara para el estadio. Cuando llegamos a nuestro destino yo me desmonté del vehículo y me dirigí para el estadio pero para sorpresa mía era para el Yankee Stadium que me había llevado”.
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Recordó que estando en las ligas menores, cuando aún no dominaba el idioma, el siempre almorzaba en un lugar específico, pero ese día no tuvo tiempo para ir a ese lugar, por lo que optó por entrar a un restaurante nuevo para él.
Siguió narrando que la camarera le trajo el menú y el optó por señalarle por fotos lo que él quería comer, por lo que la joven entendió que eran platos diferentes, por lo que le trajo cuatro servicios de comidas, pero el lío fue no tenía el dinero suficiente para pagar, por lo que tuvo que irse para su casa.
Dijo que en una ocasión se le enfermó su hijo y tuvo que salir corriendo para la clínica ya que tenía juego temprano. En su primer turno bateó un gran slam, luego conectó un doble y luego volvió a sacarla.