Un arancel del 10% impuesto por Donald J. Trump a las exportaciones dominicanas hacia EE.UU., efectivo desde el 2 de abril de 2025 (USTR, 2025), amenaza nuestra economía.
Afecta más del 50% de las exportaciones, valoradas en 7,600 millones de dólares en 2024 (BCRD, 2025), incluyendo instrumentos médicos, tabaco, textiles y productos agrícolas como cacao y aguacates (MEPyD, 2024).
Esto encarece nuestros bienes en EE.UU., reduciendo competitividad, ingresos y presionando el peso dominicano, lo que elevaría el costo de importaciones esenciales.
El empleo también peligra. Zonas francas y agricultores podrían recortar personal si las ventas caen (CNZFE, 2024). Además, el arancel tensiona el DR-CAFTA, complicando la relación comercial con EE.UU.
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(OMC, 2025).
El crecimiento económico podría desacelerarse, limitando la inversión en servicios públicos.
Hay soluciones. Diversificar mercados hacia Europa, Asia y América Latina reduciría la dependencia de EE.UU.
Invertir en tecnología y eficiencia en zonas francas y agricultura nos haría más competitivos.
Negociar con EE.UU. para mitigar el impacto o lograr exenciones para productos clave es otra vía.
Fomentar el consumo interno también fortalecería la economía local. Con acción coordinada entre Gobierno y sector privado, este desafío puede transformarse en una oportunidad para un crecimiento más resiliente y sostenible.