La Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos (ARAPF) y la Industrias Farmacéuticas Dominicanas, Inc. (Infadomi) criticaron la propuesta de que las Administradoras de Riesgo de Salud (ARS) estructuren su propia red de proveedores de medicamentos, por considerarla violatoria de la Ley No. 87-01, que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social.

Explicaron que esta propuesta está contenida en el borrador del Plan Maestro de la Política Farmacéutica Nacional, coordinado por la Dirección General de Medicamentos, Alimentos y Productos Sanitarios (DIGEMAPS).

Afirmaron que la referida propuesta a las ARS y de que se lleven a cabo compras centralizadas de medicamentos de mayor demanda, distorsionarían el mercado de medicamentos, pues permitirían la creación de monopsonios públicos y privados (grandes empresas compradoras) y además provocarían que el valor agregado creado por los oferentes de medicamentos (nacionales e importados) sea trasladado en forma de renta hacia los participantes del monopsonio.

“El impacto de esa medida sería la concentración del mercado, la desaparición de competidores y la creación de oligopolios que perjudicarían a los pacientes dominicanos, razón por la cual nos oponemos a la creación de estos monopsonios”, revelan las entidades en un comunicado dirigido a la ministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino.

ARAPF e Infadomi explican que el borrador del Plan Maestro de Política Farmacéutica crea un entorno caracterizado por la sobrerregulación, la estatización y la concentración del mercado. Agregan que una consecuencia grave que provocaría ese tipo de política farmacéutica es el abandono del proceso de innovación que la actividad privada tiene como elemento clave para su expansión. “Si no hay innovación, se detendría el proceso de mejora de la calidad de los medicamentos que se ha registrado por décadas en el país. Además, la política farmacéutica propuesta atenta contra la libertad facultativa del médico y la posibilidad de recetar productos cuyas asociaciones permiten una terapia más efectiva, con un costo de tratamiento más eficiente. E intervenir en el precio de los medicamentos ahuyenta la inversión privada”, agrega.

Las entidades representativas del sector farmacéutico privado recomiendan que se abra una mesa de diálogo continuo y consenso que incluya a representantes de los sectores público y privado, para que se diseñe una política farmacéutica que optimice el nivel de bienestar de los pacientes dominicanos de manera sostenible, evitando la copia de modelos que en otros países han fracasado o que partieron de realidades de mercados distintas a las existentes en el país.