ARAPF refuta a INFADOMI

<P>ARAPF refuta a INFADOMI</P>

La Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos (ARAPF) calificó este viernes  de “carentes de veracidad”  las declaraciones  ofrecidas por   Laura Castellanos, directora ejecutiva de INFADOMI, en el sentido de “las multinacionales de las medicinas engañan a las autoridades nacionales en materia de propiedad industrial y que con esas violaciones evitan la entrada al mercado nacional de otros productos.”

“Aceptar tal aseveración, equivaldría a corroborar que la Oficina Nacional de Propiedad Industrial (ONAPI), cuyo personal ha desarrollado un loable trabajo, incluyendo la realización de las pruebas de fondo, no está capacitada para desempeñar las funciones para la cual fue creada”, dijo ARAPF.

Señaló que  la ley 20 – 00, sobre patentes de invención  y marcas de fábrica está siendo implementada en nuestro país desde el año 2000. Es decir, que tiene ya diez años de vigencia, y todas las solicitudes de patentes de invención que son sometidas a la ONAPI, incluyendo las farmacéuticas, son escrutadas rigurosa y cuidadosamente, en lo que se refiere a novedad, capacidad inventiva y aplicación industrial de la invención cuya patente se pretende registrar.

Es oportuno señalar, agrega,  que desde la entrada en vigencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC) toda persona física o jurídica que desee patentar un invento, dispone de doce meses, a partir de la primera fecha en que registró su invento, para registrar su patente de invención en el mundo entero, o en aquellos mercados que les interesen al inventor, y que la patente de invención caducará en todos los mercados o países simultáneamente, y siempre coincidiendo con la fecha en que dicho invento fue registrado por primera vez.

De tal manera, que es imposible prolongar la vigencia de una patente de invención por medio de subterfugios legales, en una país determinado. Asimismo, debemos destacar que en los países o mercados donde la persona física o jurídica no registre su patente de invención, el inventor carece de patente en dicho territorio, y por tanto, su invento puede ser explotado por cualquier persona interesada, en ese territorio.

Tal es el caso de nuestro país, donde muchos laboratorios farmacéuticos transnacionales no registran sus patentes, por considerar que existen otros mercados farmacéuticos internacionales más importantes que el dominicano.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas