Árbol de la Esperanza

Árbol de la Esperanza

José Luis Rojas.

No todos los empresarios tienen la misma actitud en torno a las diversas vías para hacer realidad el bienestar común. Es imposible tratar de invisibilizar la vocación, el deseo y el comportamiento prosocial de algunos empresarios dominicanos. Ellos, a través de sus empresas, tienen logros sociales que han dejado huellas positivas en la educación, la salud, el deporte, en el medio ambiente, en la cultura y en el arte, entre otras áreas sociales.
Desde esta mirada, el Premio Nobel de Economía 2014, Jean Tirole, ha planteado en su libro la economía del bien común que: “Los actores económicos no siempre buscan únicamente su interés material. Por una parte, sienten sincera empatía hacia los demás y están dispuestos a sacrificar algo de su interés material en beneficio del prójimo. Por otra parte, ese fenómeno se ve reforzado por el deseo de la gente de mostrar a los demás o a sí mismos que son “gente de bien”, nuestro altruismo no es totalmente puro, sino que está motivado en parte por nuestro deseo de aparentar, de labrarnos una buena imagen social y personal”.
En la práctica, parte de los juicios expresados por Tirole pueden ser apreciados en el emprendimiento social que desde el 2013 facilita Ágora Mall, el cual ha sido denominado Árbol de la Esperanza. En cinco años, Ágora Mall ha hecho de esta iniciativa una plataforma formidable para promover la solidaridad y el compromiso social, motivando a las familias y empresas dominicanas a que ayuden a organizaciones no gubernamentales que trabajan en diferentes áreas de interés social.
Los esfuerzos, la creatividad y el espíritu solidario de la quinta edición del Árbol de la Esperanza tienen como objetivo canalizar las ayudas económicas para las organizaciones como Voluntariado Plaza de la Salud, Heart Care Dominicana, Fundación St. Jude República Dominicana y la Fundación Yo También Puedo.

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