POR LUIS M. CÁRDENAS
El candidato a la presidencia de Haití, Paul Arcelin, pidió ayer al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y a la Comisión de los Derechos Humanos intervenir en la tragedia que afecta a esa nación.

Dijo que la intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Haití ha dejado un balance de más de 1,000 muertos, y advirtió que tiene voluntad política en caso de ser electo como presidente para poner orden y desarrollo en Haití.

En un documento Arcelin dijo que su nación está al borde del abismo y que es necesario que se celebren elecciones.

Dijo que en su agonía y desesperación el pueblo haitiano no ha buscado el paliativo del vicio y comercio ilícito de las drogas ya que esa fue un arma de doble filo del gobierno anterior.

Destacó que por eso supuestamente mantiene funcionarios holgazanes dentro y fuera de Haití, corruptos que dañan los pueblos por desmedida aspiraciones y el libertinaje para enriquecerse.

«Los haitianos imploramos humildemente a los hombres concientes del mundo, a los dirigentes de naciones y a todos los religiosos cual sea su credo y mística que nos ayuden para librarnos del desorden interno, político y social porque somos seres humanos», dijo Arcelin.

Pidió ayuda que le permita librarse del hambre y la miseria rampante que mina y socavan los cimientos y el porvenir de la nación.

El dirigente político haitiano expresó que la vigencia como nación libre y soberana se va diluyendo con los años por falta de atención internacional.

Dijo que el Estado ha descuidado la educación del pueblo como fundamento del desarrollo sostenido del país.

Manifestó que la situación social, política y económica de Haití no surge del pueblo, ni es parte de la idiosincrasia nacionalista y sus ancestros étnicos, tampoco es producto elaborado por criollos que tengan fines inconfesados.

Expresó que la situación de crímenes, robos, terrorismo, secuestros, violaciones, explosiones sociales, descargas impetuosas del pueblo surgen por el desasosiego e inestabilidad política y económica en que vive el país y que requiere un estudio sociológico.

Manifestó que las fuerzas vivas y políticas haitianas exhortan a la humanidad a buscar una solución amigable a la problemática haitiana, antes de los próximos comicios que servirán para la estabilidad de la nación.

Abogó porque no se prolongue por más tiempo el hambre y la miseria de un pueblo que aclama a Dios y al mundo, su interés por la asistencia política y económica para mitigar el dolor y el sufrimiento que sienten y padecen los haitianos.

Prometió que la coalición hará el esfuerzo como guía política para que quienes sufren porque tienen familiares enfermos, sin medicina ni atención médica, no consumen alimentos, los olvidados con un destino incierto dejen la violencia y rebeldía y abandonen los desafueros para seguir un camino de paz y la convivencia de los seres humanos.