LUXEMBURGO, Jun 25 (AFP) – Al final de una dura batalla bursátil de cinco meses, el grupo siderúrgico europeo Arcelor aceptó finalmente el domingo fusionarse con Mittal Steel, número uno mundial del acero, que mejoró su oferta un 10% más.

Esta fusión, una vez que se haga efectiva, dará lugar a un gigante mundial del acero, con 320.000 empleados y una producción de 116 millones de toneladas anuales, el triple que cualquiera de sus competidores.

Arcelor aceptó una oferta revisada de Mittal Steel que representa un aumento del 10% con respecto a su última propuesta, dando nacimiento a un nuevo grupo que se llamará Arcelor-Mittal, anunció el domingo por la noche el presidente del consejo de administración del consorcio europeo, Joseph Kinsch.

“La sede y el centro de decisión del futuro grupo fusionado quedarán en Luxemburgo”, aseguró a su vez el ministro luxemburgués de Economía, Jeannot Krecké.

La oferta fue estudiada detenidamente el domingo por los administradores de Arcelor, que se reunieron durante nueve horas para elegir entre la proposición del grupo ruso Severstal y la de Mittal.

El grupo Arcelor ha estimado que la oferta de Mittal Steel es “mejor” que la de Severstal pero ha optado por proseguir las conversaciones con los rusos en el ámbito industrial, agregó Kinsch durante una rueda de prensa.

Mittal poseerá el 43% del nuevo grupo y no podrá en ningún caso superar el 45%, añadió una fuente próxima a Arcelor.

“Hemos llegado a la conclusión de que la oferta de Mittal Steel era mejor que la propuesta de Severstal”, explicó Kinsch.

En el nuevo grupo “se aplicará el modelo de Arcelor”, garantizó el presidente del consejo de administración.

Según las primeras informaciones disponibles, Mittal ha aceptado las cesiones de activos considerados por Arcelor como poco productivos, especialmente los estadounidenses, y un límite del 45% en su participación en la nueva sociedad.

En un principio, el líder mundial quería conservar la mayoría.

Es posible que el nuevo grupo Arcelor-Mittal mantenga al director ejecutivo de Arcelor, el francés Guy Dollé, y al presidente de su consejo de administración, el luxemburgués Joseph Kinsch. Lakshmi Mittal ocuparía el cargo de vicepresidente del consejo de vigilancia, sin funciones ejecutivas.

Arcelor dio realmente un giro de 180 grados luego de haberse empleado a fondo durante meses para evitar la ofensiva del que consideraba como su enemigo.

Para hacerle frente, Arcelor propuso a fines de mayo fusionarse con el grupo ruso Severstal, controlado por Alexei Mordachov.

Fue un error estratégico porque no previó el rechazo que generaría entre los accionistas y los administradores de Arcelor, una negativa que obligó a la dirección a cambiar su posición y entablar negociaciones con Mittal Steel.

Arcelor emplea a 96.000 personas en más de 60 países, mientras que Mittal tiene 225.000 empleados en 22 centros de producción repartidos por 14 países.

Pero son los accionistas los que finalmente decidirán si aceptan cambiar sus títulos por la oferta de Mittal. Ellos serán los grandes ganadores de esta guerra: la acción se cotizaba a 22 euros el 26 de enero pasado, la víspera de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de Mittal, que ahora ofrece pagar por cada una algo más de 40 euros.