Archivos de Arquitectura Antillana: 50 ediciones, 18 años de creada

Archivos de Arquitectura Antillana: 50 ediciones, 18 años de creada

Que una revista de arte arquitectónico haya podido alcanzar tanta acogida y permanencia, una publicación periódica y con perspectivas futuras, nos llena de júbilo! Es un hecho de excepción que nunca ha sucedido en Santo Domingo para las demás artes visuales.

Archivos de Arquitectura Antillana acaba de poner a circular su quincuagésima edición, su número 50 –más sencillo de pronunciar–. Todavía más fáciles y elocuentes son sus siglas AAA, para todos una identidad y sello inconfundible. ¡Nombre y título tienen siempre importancia!

Ahora bien, la arquitectura no es solo un arte, sino mucho más: la definieron como la madre de todas las artes. Aparte de sus atractivos estéticos de creación plural, determina un marco de vida colectiva e individual, fomenta costumbres y conductas, influye sobre las generaciones futuras. Desde siempre, ha habido una cultura arquitectónica.

Una revista excepcional. En el aspecto bibliográfico, Archivos de Arquitectura Antillana se destaca como un florón de la difusión de esa cultura a nivel nacional y regional, en República Dominicana y el Gran Caribe, donde no existen publicaciones comparables, un orgullo para nuestro país.

Cada número de AAA propone una portada llamativa sin estridencias, y el diseño de la revista, depurado y moderno, contribuye a su impacto. Es, desde luego, un volumen espléndido, del papel a la impresión, con el aporte fundamental de bellísimas fotografías que incitan a descubrir nuevos valores de la arquitectura como sensibilizan a las obras de sus maestros. Aun los que estamos ajenos a esa profesión apasionante, con inmenso placer hojeamos la revista y, ¡sí!, nos atrevemos a leer las reseñas, los comentarios y descripciones –textos escritos con eminente calidad en técnica y estilo–, hasta los editoriales de Gustavo Moré, un logro de síntesis y crítica constructiva (sic…).

Al mencionar por primera vez a Gustavo Moré, queremos ponderar su ingenio y gran responsabilidad, esta vez no como profesional reconocido en su práctica de la arquitectura, sino como gestor y director de AAA. Él representa el periodismo especializado, de información y de opinión, de manera indiscutible, y, desde 1986 y su ensayo sobre arquitectura dominicana en el compendio de Rafael Calventi, valoramos su talento de escritor. Actúa a la vez de modo generoso y firme, no hace concesiones, pero su ideología es abierta. No le interesa juzgar negativamente, sino que sean “sometidos” al lector escogidos proyectos, diseños, construcciones, tanto urbanos e institucionales como destinados al turismo y al reposo. Una selección propicia la mejor apreciación…

Ahora bien, esa “obra abierta” no se limita al tema central, sus sucesivas propuestas e interpretaciones arquitectónicas, sus imágenes y enfoques, sino que incluye una primera sección miscelánea, hoy llamada “Caribbeana”, que acoge colaboraciones diversas en artes y cultura con igual exigencia cualitativa. ¡Un concepto totalizante y bienvenido! AAA, como organismo moderno, se rige según un trabajo de equipo competente. Citaremos a Lorena Tezano Toral, María Cristina de Moré, Chinel Lantigua, Marcos Blonda, Ricardo Briones… y son solamente algunos. Cabe señalar también que, si prioritariamente se presenta la arquitectura en República Dominicana, información e ilustración abarcan, según las ediciones, diferentes países del Caribe… y más allá aun si sus arquitecturas revisten un interés singular.

El ‘Pro-file’ de William Reid Cabral. Ahora bien, aparte de un contenido especial de AAA, “una proeza y un legado” (José Enrique Delmonte) para su número 50, dedicado al recién fallecido arquitecto Erwin Cott, simultáneamente se pone a circular otra joya bibliográfica, el ‘Pro-File’ del excelente arquitecto William Reid Cabral (Billie para sus amigos). Esta especie de catálogo razonado –AAA anteriormente editó cinco para grandes arquitectos–, integra realizaciones de sus valiosos hijos y profesionales, Carlos y Patricia.

Lo que más impresiona del estilo de Billie es el carácter creativo y ameno de su obra, que no abruma, sino inspira confianza e invita a entrar, tanto en edificios institucionales como en residencias. Parece inspirada por las relaciones humanas y hecha para ellas. Nos consta que su expresión arquitectónica ha ejercido influencias muy positivas y muchas…

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