Conocer la figura de Eduardo Estrella a través de las palabras de su esposa Arelis Cruz es acercarse a otra dimensión del candidato presidencial, y ver cómo se desprende de su ropaje de político y surge un ser humano, un esposo detallista, un padre abnegado, un amigo solidario y un trabajador incansable. Doña Arelis habla de su esposo con sincera admiración y casi con vehemencia cuando asegura que Eduardo siempre ha hecho el bien; el dinero no tiene valor para él, pero sí la amistad, y de hecho, conserva los mismos amigos de siempre.
No es porque sea mi esposo, pero Eduardo es el mejor candidato. Representa la decencia, el respeto, la honestidad, el trabajo y la solidaridad. Es el mejor, y de eso está convencida mucha gente.
Dice que pese a que durante una campaña surgen muchas mentiras e intrigas, confía en que al final la verdad resplandezca. Mi esposo logrará ganar las elecciones presidenciales porque Dios quiere lo mejor para nuestro país y Dios va a permitir que él gane.
Doña Arelis habla de esa forma porque es una ferviente católica, devota de la Virgen, miembro de la Legión de María.
Al preguntarle si realmente quiere llegar a ser la primera dama de la República, exclama con entusiasmo: ¡Claro que sí!. Y sobre todo ahora, que con la campaña ha podido palpar las necesidades de las personas, y por eso trabaja con mayor entusiasmo al lado de su esposo. He visto el sufrimiento de la gente por mí misma, por lo que de llegar a ser primera dama daré seguimiento a todas esas necesidades.
Pero no sólo ha asumido el decorativo papel de compañera en actividades sociales, ella dice tener su propia agenda de trabajo, por lo que junto a un equipo de personas visita campos y ciudades en todo el territorio nacional en actividades proselitistas.
Se siente motivada por la respuesta de la gente en sus recorridos de campaña y dice percibir una aceptación increíble en cada lugar que visita.
Su entusiasmo ha dejado sorprendido hasta a su esposo, quién en cierta ocasión se extrañó de verla llegar a las 2:00 de la madrugada a la casa, luego de agotar una apretada agenda que la llevó a recorrer puntos distantes del país.
[b]Historia de vida[/b]
Nació en Santiago, el 1 de agosto de 1958, y confiesa que ama entrañablemente esta ciudad, y que no olvida sus raíces, por lo que se autodenomina liniera, pues su familia es de Villa Vázquez.
Cuenta que nació en Santiago por casualidad, pues en su pueblo no existía una adecuada asistencia médica, y sus padres, Gabino de Jesús Cruz Torres (fallecido) e Isabel Muñoz de Cruz, decidieron que era mejor traerla al mundo en la Ciudad Corazón.
Fue una niña feliz, la menor de una familia de cinco hermanos, por lo que creció con los mimos y cuidados que se suelen prodigar al benjamín de la familia.
Tanto es así, que al recordar los gratos momentos que marcaron su infancia, sobresale por encima de cualquier otro recuerdo el inmenso amor y la protección que recibí, tanto de mis padres como de mis hermanos.
Arelis Cruz Núñez cursó sus estudios primarios en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en Villa Vázquez, y en el Instituto Politécnico Femenino Nuestra Señora de las Mercedes de Santiago, donde se graduó, en 1975, de bachiller en estudios comerciales.
Sus estudios universitarios los realizó en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago, en donde obtuvo el título de licenciada en Contabilidad (C.P.A.), con los honores Cum Laude, en enero de 1980.
[b]Nace el amor[/b]
Era ya una profesional, con experiencia laboral, cuando conoció a Eduardo Estrella. Dice que fue amor a primera vista, un amor que llegó a crecer y consolidarse en poco tiempo, por lo que concluyó en un matrimonio estable, el cual cumplió 19 años el 15 de marzo de este año.
Esa unión fue prontamente bendecida con el nacimiento de Paula Isabel, que hoy tiene 18 años. Luego nació Eduardo y dos años más tarde María Elisa, de 15 y 13 años, respectivamente.
Define su matrimonio como estable y feliz, y a su esposo como un hombre de muchos detalles. Dice incluso, que cuando el vivía en Santo Domingo por razones de trabajo y la familia en Santiago, a penas si se sentía su ausencia, porque siempre estaba pendiente de todo, dándoles seguimiento constante a su esposa e hijos.
[b]Dios y la familia son lo primero[/b]
Arelis Cruz de Estrella inició su vida laboral en 1979, en la Empresa E. León Jimenes, en la ciudad de Santiago, siendo aún estudiante de término. Luego de adquirir experiencia en varios departamentos, fue trasladada a Santo Domingo para desempeñar el puesto de Contador General en una nueva compañía afiliada, la Cervecería Bohemia. En los primeros años de matrimonio formó parte del personal de Banco Cibao; aquí ocupa las posiciones de Contralora General y Gerente de Tesorería.
Al ser nombrado su esposo funcionario público, con asiento en Santo Domingo, y la familia quedarse en Santiago, toma la gran decisión de dejar a un lado su profesión y se dedica por completo a sus hijos y al hogar.
Pero sus inquietudes no le permiten ser simplemente ama de casa, por lo que se inicia en la venta de los productos Tupperware e imparte clases de cocina en microondas en su propia casa.
– ¿En qué sectores focalizaría su trabajo de primera dama?
En la familia, como el centro de la educación de la sociedad dominicana. Implementaríamos en todo el país políticas de capacitación para el trabajo, destinadas al apoyo de la formación de microempresas familiares, con el fin de mejorar los ingresos de las familias dominicanas. Protegeremos a la niñez deambulante, mediante programas de regeneración de menores con apoyo de instituciones públicas y privadas.
Promoveremos la salud en el ambiente familiar para que ésta sea gerente del cuidado de sus miembros, y se le dará entrenamiento en cuanto a una nutrición adecuada. Garantizamos la protección de la familia, ante la violencia familiar y el abuso contra menores, haciendo cumplir firmemente las disposiciones vigentes.
– ¿Cómo definiría este momento de su vida?
Es un momento de gran aprendizaje, de gran crecimiento personal, ya que en los recorridos realizados por el territorio nacional, dando apoyo a la candidatura de mi marido, me he puesto en contacto con el dolor, el hambre y con las condiciones infrahumanas que vive un sector de la población, y le doy gracias a Dios por haberme dado esta oportunidad, que me compromete más a trabajar para mejorar la calidad de vida de los dominicanos.
– ¿Qué valores considera indispensables para transmitir su mensaje?
El respeto, la responsabilidad, la humildad, la sinceridad, la solidaridad, la honestidad y las tradiciones familiares (cumpleaños, aniversarios, día de los padres, de las madres, Navidad…)
– ¿Cuál es la cualidad que mejor la define?
La solidaridad, porque siempre he estado dispuesta a servir y ayudar al que me necesita, sin distinción.
– ¿Qué cosa no soporta?
La hipocresía y la deslealtad.
– ¿Cuál ha sido el mejor momento de su vida?
El nacimiento de mis hijos me llenó de mucha alegría y satisfacción.
– ¿Y el peor?
La enfermedad y la muerte de mi padre.
– ¿Qué recuerdos guarda de su infancia?
El inmenso amor y la protección que recibí, tanto de mis padres como de mis hermanos, por ser la menor de la familia.
– ¿Cuál es el credo de doña Arelis?
Creo en Dios por sobre todas las cosas. Tengo fe y estoy siempre dispuesta a servir y amar sin condición alguna.
– ¿Cómo y cuándo se enamoraron usted y su esposo?
En diciembre del año 1979, en casa de sus abuelos maternos, donde vivieron sus padres, en el Alto de Virella, en la ciudad de Santiago. Sucedió que Eduardo le había prestado la casa a un amigo para celebrar el cumpleaños de un compañero de trabajo, al cual estuve yo invitada. Fue amor a primera vista.
– ¿Qué puede decirnos de su esposo como ser humano?
Eduardo se ha caracterizado siempre por su humildad y sensibilidad frente a los problemas de los demás. Es un hombre cuyo lema es amor y paz, un hombre que sabe escuchar, y que siempre encuentra la respuesta adecuada en cada situación prestada.
– ¿Y cómo esposo?
Es un gran compañero, un esposo excepcional, cariñoso, respetuoso, sincero y muy compresivo, con una gran virtud que es el de la solidaridad. Es el esposo que toda mujer desearía tener.
– ¿Qué hacen Arelis y Eduardo en su tiempo libre?
Compartir con nuestros hijos, visitar amigos y familiares, alquilar películas, las cuales vemos junto a los niños. También salimos fuera de la ciudad, al campo, a la playa.
– ¿Cuál ha sido ese detalle con el que la ha sorprendido su esposo, que la ha logrado emocionar?
Son muchos los detalles, pues en 19 años de casados siempre ha recordado las fechas especiales en nuestras vidas.
– ¿Qué opina de la familia?
Es la base fundamental en la que se sustenta de la sociedad, ya que en la familia descansa el soporte de todos los cuidados, por eso debemos fomentar cada día más los valores morales y espirituales que se están perdiendo en esta sociedad moderna.
– ¿Qué es lo más importante en su familia?
El amor, el respeto, el apoyo y la comunicación efectiva.
– ¿Qué papel juega usted en el seno familiar?
Juego el papel de la unidad y la conciliación, con el apoyo de Eduardo.
– ¿Cómo piensa que se deben educar a los hijos de hoy?
En mi experiencia como madre me he dado cuenta lo importante que es brindarles amor y ternura a nuestros hijos, creer en ellos, darles confianza, comprenderlos, acompañarlos y apoyarlos en todos su proyectos. Creo que es muy importante fomentar en ellos la autoestima, enseñarles el valor de la familia, y a que amen sus orígenes.