WASHINGTON.  AP. Gilbert Arenas aceptó recibir menos dinero de los Washington Wizards, una actitud muy poco frecuente entre los jugadores.

«¿Qué puedo hacer por mi familia con 127 millones de dólares que no pueda hacer con 111?», le dijo al Washington Post.

El impredecible base armador tres veces todo estrella les dijo al Post y al Washington Times el jueves que había aceptado volver a firmar por 111 millones de dólares y seis años, un monto sustancialmente menor al que él mismo dijo que los Wizards le habían ofrecido cuando arrancó el período de libre agencia, el martes.

Arenas negoció el acuerdo desde China, en donde está viajando para promocionar su compañía de zapatillas, y lo hizo sin la presencia de un agente.

«Básicamente renuncié a 16 millones», dijo Arenas al Washington Times. «Esto es lo que he dicho siempre. Vemos a jugadores firmar por cuantiosos montos y dejan a sus equipos financieramente en ruinas. No quiero ser uno de esos jugadores, porque eso conlleva a que dentro de unos años tu equipo esté desahuciado y sin poder hacer nada».

Arenas se convirtió en agente libre después de dejar sin validez el último año de su contrato por seis años y 65 millones, al final de la última temporada. En un principio dijo que había dado de baja su contrato con el fin de ir detrás de la excepción máxima, pero más tarde comentó que iba a tomar una actitud flexible en las negociaciones.

Arenas además dijo que no iba a volver a firmar con el equipo a menos que le garantizaran la permanencia en el mismo del alero dos veces All-Star, Antawn Jamison. Los Wizards cumplieron con su parte el lunes cuando le ofrecieron a Jamison un acuerdo por cuatro años y 50 millones de dólares.

Arenas ha demostrado ser uno de los jugadores más dinámicos de la NBA cuando está en buenas condiciones físicas. Pero una lesión en la rodilla lo dejó fuera durante la mayor parte de la temporada. La primera cirugía en la rodilla fue en abril de 2007.  La segunda llegó en esta campaña.

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Promesa

Arenas prometió ser más cauteloso con su rehabilitación esta vez y el estado de su rodilla no pareció restarle importancia al valor de este jugador en las negociaciones con los Wizards.  Washington no puede hacer ningún comentario sobre lo hablado con Arenas o hacer ningún anuncio de acuerdo hasta que termine el período de moratoria la próxima semana. Arenas promedió 22.8 puntos, 5.5 asistencias y 4.2 rebotes en siete temporadas jugadas en la NBA. Ya era muy bien conocido tanto por sus rabietas como por su performance sobre el campo de juego cuando llegó a Washington de Golden State, en 2003. Pero en ese momento se comenzó a mostrar más maduro y se convirtió en un jugador que tomaba las riendas del partido. Sigue teniendo sus caprichos -grita «¡Hibachi!» después de encestar, entre otras cosas — ayudó a los Wizards a ser un equipo de playoffs.

Chris Paul arriba a un acuerdo para quedarse en New Orleáns

NEW ORLEANS.  AP.   Chris Paul y los New Orleans Hornets llegaron a un acuerdo el jueves para un contrato que le permitirá al armador estelar permanecer en el equipo al menos otros cuatro años.

Lance Young, el representante de Paul, indicó que el basquetbolista acordó una extensión de tres años con una opción del jugador para un cuarto año. El acuerdo tiene un valor total de 68 millones de dólares.

Paul, quien recientemente terminó su tercera temporada completa en la NBA y fue seleccionado para participar con el equipo de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Beijing, tenía un año más por cumplir en su contrato vigente. De acuerdo con las reglas de la liga, el primer día en que los Hornets pueden formalizar su nuevo contrato es el 9 de julio.

La temporada pasada, Paul encabezó a la NBA en promedios de asistencias, con 11.6 y robos de balón, con 2.7. Fue asimismo el segundo mejor anotador de los Hornets, con promedio de 21.1 puntos por partido y ayudó a los Hornets a imponer una marca interna de victorias en temporada regular, con 56.

El desempeño de Paul en la duela, así como su presencia carismática en muchos actos en favor de la comunidad, pudo haber salvado el baloncesto profesional en una ciudad que estuvo a punto de liquidar a los equipos profesionales de la localidad tras el paso del huracán Katrina en agosto del 2005.

La Arena de New Orleans estuvo rutinariamente llena durante la segunda mitad de la temporada pasada y en su participación en los playoffs.