Arévalo Cedeño Valdez

Arévalo Cedeño Valdez

El ex diputado por la provincia La Altagracia, Arévalo Cedeño Valdez, murió repentinamente luego de una discusión con el dirigente Héctor Aristy, sobre aspectos relacionados con la revolución de abril, cuyo alto al fuego favorecía el prominente abogado higüeyano. En la tarde del 21 de agosto de 1965, hace 53 años, sufrió un ataque al corazón mientras realizaba algunas labores en las oficinas de la Casa Presidencial del Gobierno Constitucionalista del coronel Francisco Caamaño Deñó, en el edificio Copello, de la casa El Conde.
En la reunión para tratar de poner fin al conflicto bélico, Cedeño Valdez favoreció la firma del acta institucional que finalizó con la instalación del gobierno que encabezó el Dr. Héctor García Godoy, mientras Aristy respaldaba lo contrario. Siendo Senador por el Distrito Nacional, el ex presidente Salvador Jorge Blanco, en unas declaraciones a la revista “Eva”, a raíz de la muerte del jurista, expresó: “En realidad el momento más triste para mí fue en agosto de 1965, cuando estando en el edificio Copello me correspondió bajar ya casi muerto al compañero Arévalo Cedeño, quien sufrió un ataque fulminante al corazón, cuando estábamos discutiendo los detalles de la negociación para poner fin a la revuelta. Esto a mí me afectó al extremo que tuve que guardar cama por dos o tres días”.
La lucha política de Arévalo lo llevó a ocupar una curul en la Cámara de Diputados en representación de la Unión Cívica Nacional, durante el gobierno del profesor Juan Bosch. Después se apartó de esa agrupación e ingresó al Partido Revolucionario Dominicano. Fue hecho preso el 25 de septiembre de 1963 y conducido a la fortaleza Ozama, debido a que luego de materializado el golpe de Estado se presentó al Congreso a cumplir con sus deberes.
En diciembre de ese año se entrevistó en Puerto Rico con Bosch, quien le aseguró que había conversado con el embajador norteamericano John Barlow Martin, quien a su vez le dijo: Tiren tres tiros frente al Palacio, que nosotros le reconoceremos el gobierno”.
A principios de mayo de 1965 Cedeño fue escogido presidente de la Cámara de Diputados, del gobierno de Caamaño, y en esa calidad, fue que participó en las negociaciones con la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que buscaba una salida a la revuelta.
La calidad de miembro de la comisión negociadora le creó mayores dificultades a Arévalo con el comandante Aristy, “impidiendo la entrada de Arévalo y a Emilio Rodríguez Demorizi, por las posiciones que sustentaban”. Debido a esas diferencias, tanto Cedeño como Demorizi tuvieron dos semanas sin asistir a las sesiones de los comisionados que buscaban salida a la situación. Arévalo se integró al grupo porque durante una conversación telefónica con Bosch, “éste le señalo que luego de varios meses de lucha era necesario pactar, pues no se puede dejar que toda esa juventud se pierda”
¿Quién fue Arévalo?
Tomás Arévalo Cedeño Valdez nació en Higüey el 21 de agosto de 1932 y murió con apenas 37 años de edad. Fueron sus padres Rolando Cedeño y María Valdez de Cedeño. A los 11 años fundó el periódico “Luz de Oriente”, que tuvo que ser de carácter escolar porque la edad no le permitía hacerlo político. Además, a temprana edad, laboró en el periódico El Caribe, cuyas oficinas estaban en El Conde 1, donde fue bautizado como el “benjamín” de los periodistas. Fueron sus compañeros Hugo Tolentino Dipp, Manuel de Js. Javier García, El Chino Ferreras, Bienvenido Gimbernard y su hijo Jacinto, M. M. Pouerié Cordero, Pablo rosa, Francisco Comarazamy, German Ornes, Mario Alvarez (Cuchito) y otros.
Graduado de bachiller en Higuey, ingresó a la Universidad de Santo Domingo, donde se graduó con la clasificación Suma Cum Laude. Casó con la distinguida dama higüeyana Noris Montás Melo, hija de Pipilo Montás y Chuncha Melo, con quien procreó su única hija: Noris María Asunción, residente en Santo Domingo, y quien ha facilitado valiosas informaciones sobre su padre fallecido.
Arévalo era hermano de una pléyade de profesionales del derecho: Víctor Livio, Miguel Angel y Antonio Macho y de Idaliza Cedeño, a quienes reitero mis sentimientos de afectos y amistad.

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