Argentina confunde a tenedores de bonos

Argentina confunde a tenedores de bonos

La confusión ha ensombrecido durante la última semana la oferta de Argentina de reestructurar cerca de US$100 millardos en bonos con los que incumplió hace casi tres años.

Inversionistas y especialistas siguen tratando de medir el significado exacto de los comentarios de Roberto Lavagna, el ministro de economía del país, indicando que el gobierno iba a introducir un sistema de incentivos para que los tenedores de bonos participen en la próxima oferta, y sanciones para los que se mantengan fuera.

 “Todo lo que hemos reservado para el interés de los pagos, para la reestructuración de la deuda, se dispondrá directamente o indirectamente para los que entre en el cambio”, dijo el señor Lavagna la semana pasada.

La interpretación inmediata del mercado fue que el gobierno tenía la intención de distribuir entre los inversionistas participantes el paquete de dinero completo que estaba preparado para colocar en la reestructuración. Los que se queden fuera, por contraste, no recibirán nada.

Sin embargo, personas cercanas a la reestructuración dijeron al Financial Times que la idea es más sutil. En lugar de un enfoque de que el que gana se lo lleva todo, Argentina planea comprometer el año próximo al menos todos los pagos de intereses presupuestados en los nuevos títulos a los tenedores de bonos que aceptaran los términos del gobierno. También podría emplear algo de lo que sobrara de la cantidad presupuestada para el pago de intereses de los pagos del año próximo, basado en una tasa de participación de 100% para recomprar los títulos nuevos. Esto ayudaría a impulsar valores de recuperación al propiciar demanda adicional para los bonos en el mercado secundario.

Mientras se produzca una participación menos que plena -una certeza virtual- los valores de recuperación subirían para los que opten por el acuerdo de reestructuración, que según piensa la mayoría de los tenedores de bonos representa entre 22 y 24 centavos por dólar.

No obstante, es imposible calcular hasta que punto la idea mejora esos valores, en gran parte porque depende de cuántos tenedores de bonos aceptarán la oferta.

Sin embargo, ha quedado claro que el gobierno no está planeando asignar dinero nuevo para los acreedores privados.

En verdad, el presidente Néstor Kirchner está apunto de enviar al congreso un proyecto de ley de presupuesto del año próximo que incluye una meta fiscal primaria -los fondos que planea dirigir hacia los pagos de servicio de deuda- de solo 2.7% del producto interno bruto. Eso es escasamente más de la meta de este año de 2.4%, y menos del sugerido por el fondo Monetario Internacional.

Esto ayuda a explicar por qué los precios de los bonos argentinos incumplidos más líquidos han descendido ligeramente en los últimos tiempos; ayer estaban cerca de 30 centavos por dólar.

Pero algunos analistas están cautelosamente optimistas sobre las posibilidades de una reestructuración exitosa. Vladimir Wening, de JP Morgan Chase en Nueva York considera que los comentarios revelan que el gobierno se está concentrándose en vías que permitan incrementar la tasa de participación

“La discusión de los esquemas de incentivos es una señal cualitativa de que el gobierno quiere llegar una cuerdo para incrementar el número de participantes”, dice el señor Warning. “Eso, al menos, es un paso positivo”.

Esta semana se vieron nuevas evidencias de ese deseo, cuando circularon rumores en Buenos Aires de que el gobierno podría ofrecer un incentivo de que el que llega primero se atiende primero, en el cual elos primeros tenedores de bonos que opten por la propuesta elegirían entre los tres tipos de bonos que se van a emitir.

Los observadores señalan que la oferta del gobierno todavía equivale a valores de recuperación cerca de 6 centavos por dólar más bajo que el precio de los bonos incumplidos en el mercado secundario. Por tanto, no se espera que sea suficiente para atraer la masa crítica de los inversionistas.

Pero como admitió ayer un representante de los dueños de bonos, “nos estamos acercando a la zona” de una reestructuración exitosa.

La mayoría de los especialistas está de acuerdo en que el gobierno podría logra la participación de tasas superiores al 70%, si mejorara su oferta por encima de los 30 centavos por dólar. Una cuerdo como ese podría constituir una victoria sin precedentes para el gobierno. Y como señaló el Comité Global de Tenedores de Bonos Argentinos (GCAB), el mayor de los grupos poseedores de bonos, representaría una reducción de deuda que excedería, con mucho,  cualquier reestructuración anterior de deuda soberana importante.

El señor Lavagna y su equipo parecen estar plenamente consciente de eso. Al final, sin embargo, cualquier decisión por mejorar la oferta se enfrentaría al propio presidente de Argentina.

TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION

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