Argentina: control de precios y retoque de tarifas

Argentina: control de precios y retoque de tarifas

BUENOS AIRES. AP. El gobierno argentino reafirmará su política intervencionista con acuerdos de precios de los bienes de consumo, aunque realizará algunas correcciones mediante la revisión de tarifas de servicios públicos subsidiadas, anticipó el viernes el nuevo jefe de gabinete.

“Nosotros vamos impulsar acuerdos de precios para disminuir sustancialmente cualquier expectativa alcista”, dijo a periodistas Jorge Capitanich, nombrado por la presidenta Cristina Fernández esta semana en el marco de una renovación de gabinete que generó gran expectativa.

Capitanich advirtió que el hecho de que haya renunciado a su cargo el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, uno de los funcionarios con más talante intervencionista en la economía, no quiere decir que “esto va a ser un viva la Pepa (que todo vale)”.

La salida de Moreno, que se concretará el 2 de diciembre, fue celebrada por el empresariado. El funcionario era criticado por restringir “arbitrariamente” las importaciones, manipular los datos oficiales de inflación e impulsar acuerdos de precios con los grandes supermercados.

El último de esos acuerdos, cerrado en junio, contempló una lista de 500 productos de consumo masivo que debían mantener los precios estables. Pero entidades de defensa de los consumidores denunciaron que a pesar de los controles persisten los aumentos en varios productos.

El Ejecutivo procurará la “protección de los salarios y los intereses de los consumidores”, afirmó Capitanich, quien dijo que ello se hará trabajando “sobre toda la cadena de valor”. También anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley para modificar las alícuotas de impuestos para bienes suntuarios, como autos de alta gama y embarcaciones, para desincentivar su adquisición.

“Los que quieran comprar bienes de lujo” deberán saber que “pagarán más”, sostuvo Capitanich. Además señaló que se revisarán los subsidios a los servicios públicos y adelantó que quien tenga “buenos ingresos” pagará la tarifa que corresponde y el que tenga bajos ingresos lo hará a precio subsidiado.

El funcionario subrayó que la política respecto de las tarifas de servicios públicos será de “protección social” hacia los que menos tienen. A fines de 2011 el gobierno dispuso el aumento de las tarifas de luz y gas en algunas zonas de alto nivel socioeconómico de Buenos Aires y sus alrededores, en el marco de un plan de recorte progresivo de los abultados subsidios que luego dejó inconcluso. Los primeros anuncios sobre política económica se concretaron después de que Fernández se reincorporara a sus tareas tras finalizar su convalecencia por una cirugía craneal a la que se sometió el 8 de octubre y tras la derrota en las elecciones legislativas de fines de ese mes.

El economista Dante Sica, de la consultora Abeceb.com, dijo a The Associated Press que en los próximos meses el Ejecutivo “obligado por los eventos más que por convencimiento, llevará a cabo algunas correcciones. Aunque difícilmente se implementen modificaciones de fondo en el esquema de política económica, que seguirá caracterizado por un elevado nivel de intervención”.

Sobre el nuevo ministro de Economía, Axel Kicillof, señaló que “planea hacer una corrección de las tarifas de los servicios públicos, aunque la misma será moderada. Cómo se instrumente esta medida será clave, dado que de ello dependerá en gran medida que se reduzca el déficit fiscal, y con ello, se moderen las presiones sobre la emisión monetaria”.

La víspera Kicillof dijo que no habrá medidas que generen “bruscos cambios en la economía e incertidumbre”.

Sobre las tarifas de servicios, aseguró que se “trabajará en la consistencia de los precios de los diferentes servicios sin generar problemas que afecten el bolsillo de los argentinos”. También admitió que es necesario “generar más oferta de dólares y en el tema de la demanda ver cuál es el uso de los dólares y dedicarlo a lo que le importa a la mayoría”.

Además de la inflación, que los economistas privados estiman en un 25% anual, y el déficit fiscal, otro de los problemas de la economía es la creciente sangría de las reservas internacionales del Banco Central, lo que derivó en la restricción a la compra libre de divisas. Las reservas se ubican en unos 31.600 millones de dólares tras perder en lo que va del año unos 11.630 millones.

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