Buenos Aires. El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, aseguró hoy que su país no posee bienes comerciales en Estados Unidos que puedan ser embargados por fondos de inversión que reclaman bonos en mora por 1.330 millones de dólares, más intereses.
“No hay bienes comerciales”, aseguró el ministro en una entrevista publicada hoy por el diario Tiempo Argentino, de Buenos Aires.
En el marco del litigio que fondos especulativos mantienen con Argentina por bonos en mora desde finales de 2001, el miércoles pasado el juez neoyorquino Thomas Griesa le impuso al país un plazo de 10 días para que informe si posee activos en EE.UU., no diplomáticos ni militares, que puedan ser embargados.
El magistrado no se pronunció, sin embargo, sobre la solicitud de los querellantes de considerar como “alter ego” del Estado argentino al Banco Central, a la empresa de energía estatal Enarsa y a la petrolera YPF, controlada por el Estado, para embargar sus activos.
Kicillof recordó que los fondos intentan desde hace doce años embargar bienes argentinos pero “no lo logran porque tienen un problema que la propiedad militar y diplomática no es embargable por leyes norteamericanas y de todos los países del mundo».
“Han tratado de embargar bienes de Enarsa, YPF y el Banco Central pero también fracasaron porque no son propiedad del Tesoro Argentino”, afirmó el ministro. Kicillof sostuvo que los abogados de Argentina ya le dijeron a Griesa que el país “no tiene bienes comerciales y van a seguir respondiendo en estos términos».
El ministro dijo, por otra parte, que Griesa no puede interferir, tal como se lo ha solicitado el fondo querellante NML, en el pago de los títulos de deuda denominados Bonar 2014 que Argentina emitió bajo jurisdicción y ley local.
“El Bonar 24 es un bono que se emitió para afrontar la indemnización de Repsol (por la nacionalización de YPF) y no está relacionado con la reestructuración de la deuda, ni con los que ingresaron al canje ni con los ‘holdouts’. O sea que es un bono que nada tiene que ver con los buitres”, sostuvo Kicillof.
“Es decir, que si Griesa se va a arrogar el derecho de interceptar cualquier cobro, en cualquier título, el disparate se vuelve absolutamente descontrolado. Creo que eso no va a funcionar”, añadió.