La cocina argentina no podría tener mejor referente. De pensarla vienen a la mente jugosos y generosos trozos de carne asada y una salsa chimichurri que le da identidad, además de un toque de sabor inigualable.

Pero si queremos hacerle justicia, es necesario abrir los ojos a un amplio menú de platos típicos, que atestiguan la influencia de otras culturas en la conformación de la gastronomía de este país sudamericano.

La inmigración de europeos (italianos y españoles) a esta zona del continente dejó notables marcas en la forma de comer de los argentinos. La gran producción de trigo en el país contribuyó a que recetas italianas como la pizza se convirtieran en uno de los alimentos más consumidos, aunque con sus toques característicos: la pizza canchera, servida usualmente a la salida de los partidos de fútbol, no suele tener queso, sino una abundante cantidad de salsa de tomate y condimentos. Y si pensó que lo único que los argentinos cuecen a la parrilla es la carne, entérese que también hacen lo mismo con la pizza, aunque la masa suele ser más gruesa que la de la típica pizza italiana.

La influencia europea también se nota en el consumo de postres como el alfajor, un dulce propio de la cocina española que es uno de los más consumidos en Argentina. Periódicos locales aseguran que allí se venden más de cinco millones de alfajores diariamente.

Pero claro que hay platos muy propios, como las empanadas, preparadas con harina de trigo y grasa de vaca, lo que les confiere una textura especial. Cada provincia tiene su propia receta, por lo que se puede considerar a las empanadas entre los platos más típicos de Argentina.

Allí también se comen platos como locro (guiso de maíz, chorizo y verduras), matambre (una especie de brazo gitano de carne relleno con verduras), milanesa con papas, el choripán (sándwich con chorizo asado) y “queso y dulce” (una rodaja de queso con otra de dulce de membrillo o batata por encima). El vino es su bebida más famosa, pero tan popular para los argentinos como el mate, una infusión de yerbas secas.

Tal lista de platos, que se extiende mucho más, le invita a pensar en algo más que carne al visitar un restaurante argentino.