Buenos Aires, (AP).- La presidenta Cristina Fernández anunció el jueves la puesta en marcha de un subsidio de unos 47 dólares mensuales por cada hijo de jefes de familia desempleados o en trabajos informales, que será financiado con los fondos del sistema público de pensiones, estatizado en 2008.

Con el anuncio, el gobierno busca ganarle de mano a la oposición, que había fijado la asignación universal por hijo como una de sus prioridades y que la semana pasada mantuvo reuniones con la cúpula de la Iglesia Católica para definir un proyecto conjunto de ayuda a la niñez.

En un acto en la casa de gobierno transmitido por cadena nacional de radio y televisión, la mandataria enfatizó que «este es el sistema más redistributivo y más justo porque paga por cada uno de los hijos, sin distinción» aunque advirtió que no es suficiente para erradicar la pobreza.

«Si yo les dijera que con esto terminamos la pobreza, sería hipocresía o cinismo», sostuvo.

El subsidio se pagará por hasta un máximo de cinco hijos por familia.

El nuevo subsidio –que tendrá un costo fiscal de 9.965 millones de pesos anuales (2.601,8 millones de dólares) provenientes del sistema de seguridad social– se otorgará a uno de los padres o tutores por cada hijo de hasta 18 años y sin límite de edad en el caso de hijos discapacitados.

Los requisitos para que los desempleados o trabajadores «en negro» reciban la asignación serán el cumplimiento del calendario obligatorio de vacunación y la concurrencia al sistema público de educación. También podrán recibirlo los extranjeros naturalizados o residentes con una residencia no menor de tres años.