La muerte en Argentina de 23 personas por consumir cocaína adulterada, adquirida en un barrio miseria de la provincia de Buenos Aires, ha generado gran conmoción social y puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar la lucha contra el narcotráfico y las adicciones, en el difícil contexto de altas tasas de pobreza que vive el país.
Las alarmas se encendieron este miércoles cuando los médicos detectaron cuatro pacientes en el hospital municipal de Hurlingham que habían fallecido por haber consumido cocaína y luego se reportaron pacientes en los hospitales de la jurisdicción de la Fiscalía General de San Martín, que tomó el caso y emitió una advertencia a la población de la circulación de cocaína de “altísima toxicidad”.
Los pacientes perdían el conocimiento a minutos de consumir la cocaína y en ese estado llegaban a los hospitales, según autoridades.
La Dirección de Investigaciones de Delitos Federales de Buenos Aires informó este jueves en un comunicado que tras varios allanamientos en distintos municipios se secuestraron más de 15.000 dosis y se detuvo a siete personas, entre ellas al presunto líder de la banda que habría comercializado la droga.
El hombre fue identificado como Joaquín Aquino, alias “El Paisa”, quien según el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni, es el “cabecilla de una banda muy importante de San Martín”, un suburbio al norte de la capital. También fue detenido el presunto “cocinero”, como se denomina en la jerga a quien fragmenta la droga en los laboratorios clandestinos. Su identidad no trascendió.
Las autoridades de la provincia habían emitido la víspera un alerta epidemiológica debido a la letalidad de la droga consumida, mientras la policía inició una carrera contrarreloj para dar con las dosis en circulación.
La fiscalía de San Martín, que tiene a su cargo la investigación judicial, informó que la cifra de fallecidos aumentó a 23 el jueves por la tarde.
Todavía no se dan a conocer los resultados toxicológicos para determinar la sustancia con la que se adulteró la cocaína, pero todo indica que se trataría de opioides, derivados sintéticos del opio.
“Este fenómeno tiene que ver con que se mezcla la cocaína con otras sustancias. No podemos todavía determinar cuál es el componente, pero indirectamente sabemos que es un opioide porque se aplica el antídoto y (los pacientes) reaccionan”, explicó Berni en la rueda de prensa en el hospital público Bocalandro, donde fueron asistidos muchos de los consumidores de la droga adulterada.
El antídoto al que hizo mención el funcionario es naloxona, que fue distribuido a los distintos centros médicos que estaban recibiendo a los pacientes intoxicados y que de acuerdo al ministro de Salud provincial Nicolás Kreplak “permitió salvar decenas de vidas”.