Argentina trata de hacer las paces

<p>Argentina trata de hacer las paces</p>

Lentamente, pero con toda seguridad, Argentina está tratando de persuadir a la comunidad internacional de que ya volvió a ser un país normal, una reputación que se vio obligada a perder con el mayor “default” de deuda soberana de la historia hace cinco años.

Después de reestructurar su deuda con tenedores de bonos privados en febrero de 2005, y de liquidar con el Fondo Monetario Internacional totalmente a comienzos de 2006, Argentina ahora está lista para hacerle frente a los US$6,3 millardos de deuda no pagada al Club de París, un grupo informal de acreedores oficiales.

Se espera que Argentina haga una oferta para volver a perfilar la deuda a finales de esta semana, como parte de una estrategia más amplia dirigida a mejorar las relaciones que ayuden a atraer niveles más altos de inversión extranjera, algo que se tiene ampliamente como necesario para que el país se mantenga creciendo entre 8% y 9%. Ya esto ha obligado al presidente Néstor Kirchner -quien no es un buen amigo de los mercados- a hacer una aparición altamente simbólica en la Bolsa de Valores de Nueva York, en septiembre, para sonar la campana de apertura de la sesión.

Argentina no planea reducir el valor nominal de su deuda con el Club de París, aunque sí quiere extender la maduración. No se espera que Argentina pague de una sola vez al Club de París, como hizo con los casi US$10 millardos debidos al FMI, utilizando las reservas del banco central, aunque ya se han recuperado mucho más allá de los niveles previos al pago al FMI, y ahora sobrepasan los US$30 millardos.

Todavía está por ver cómo el Club de París reaccionará ante la oferta de Argentina. Miembros del Club ya están exasperados por la oferta de Argentina de pagar US$1 millardo de la deuda a España en 2012, dando al resto de la deuda una maduración más larga.

Argentina y España alegan que el préstamo hay que tratarlo por separado, puesto que se concedió en circunstancias especiales, como parte del notorio paquete de rescate respaldado por el FMI enero de 2001, antes de la catástrofe. Sin embargo, se sugiere que la relación estrecha de negocios y los vínculos de inversión con Argentina, son razones más importantes para el tratamiento especial de España.

Una persona del gobierno argentino admite que “motivos políticos” calzan los intentos por arreglar la deuda con los 19 países acreedores del Club de París.

 “La normalización de la deuda del Club de París está en el espíritu de atraer inversiones, además de mejorar de manera demostrable el perfil de la deuda argentina durante este periodo presidencial”, dijo la persona, quien añadió que los que rechacen la oferta “tendrán que esperar”.

Ciertamente, ninguna de las partes quieren que eso suceda.

 “Cuanto antes se resuelva este problema, mejor será para la economía argentina y nuestra relación económica, mediante más inversiones y una cooperación financiera más estrecha”, dijo una fuente diplomática de Japón, uno de los mayores acreedores de Argentina del Club de París, además de Alemania, Francia y los Países Bajos.

Vladimir Werning, un economista de JP Morgan, en Nueva York, sostiene que Argentina ya ha tenido esperando a los acreedores del Club de París tiempo suficiente, contra sus propios intereses. Argentina se ha tomado mucho tiempo par hacer algo que hubiera podido dejar atrás mucho antes, que le hubiera dado más tiempo y recursos para concentrarse en otros problemas perspectivos que son mucho más importantes”, dice Werning, alegando que, con la demora, Argentina también ha corrido el riesgo de hacer más concesiones de las necesarias al Club de París -”tal como hizo con los tenedores de bonos privados” el año pasado.

Además, no está claro hasta qué punto la inversión extranjera en Argentina se incrementará, como resultado directo de un acuerdo con el Club de París. “Yo no me creo la hipótesis de que si usted reestructura la deuda es más probable que recibirá las inversiones que ustede desea como país”, dice Werning. De todas formas, admite que los créditos a las exportaciones que estarán disponibles para las compañías en países que ya no poseen deuda incumplida por parte de Argentina, pueden resultar definitorios.

Sebastián Briozzo, un analista de Standard & Poor´s, en Buenos Aires, también se pregunta cuán importante será el impacto que un acuerdo tendría en la inversión, aunque admite que ayudará a mejorar la imagen de Argentina en el exterior.

Cualquiera sea el efecto que pueda tener la normalización de las relaciones de Argentina con el Club de París en la inversión -que es cerca de 21.5% del producto interno bruto, pero con cantidades insuficientes dirigidas a expandir la capacidad, que es tensa en algunos sectores- no cambiará su capacidad de acceso a los mercados internacionales de capital, en general.

Aparte de tener excedentes cómodos fiscales y en la cuenta corriente, ya Argentina disfruta de un acceso amplio al mercado mediante emisiones de bonos locales en Buenos Aires, que recientemente han estado atrayendo un gran interés de inversionistas extranjeros, y directamente a los bancos venezolanos, que a su vez venden la deuda en el exterior.

Quizás la valla menos importante que debe saltar Argentina antes que sus relaciones con los mercados internacionales pudiera ser descrita como “normal”, es llegar a un acuerdo con los inversionistas llamados “hold-out”, los excluídos que se negaron a aceptar la oferta de reestructuración en febrero de 2005.

Pero eso pudiera tardar algo todavía. “Sería puro pensamiento mágico que los inversionistas creyeran que un acuerdo con el Club de París, que es algo que Argentina no puede evitar hacer, indique una prioridad o momento diferente, en el cual Argentina pudiera voltearse a discutir un acuerdo con los acreedores privados que estuvieron equivocados en su apuesta con el trueque de deuda”, dice Werning.

Con un acceso ya fácil a los mercados de capital, se cree en general que Kirchner no tiene interés en proponer un acuerdo posiblemente dañino en el plano político con los inversionistas excluídos -con una deuda pendiente de pago por valor de US$20 millardos-, al menos hasta después de las elecciones presidenciales programadas para octubre, que si se postula, se espera que gane.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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