Argentina y Brasil llaman sopesar ALCA

Argentina y Brasil llaman sopesar ALCA

MAR DEL PLATA, Argentina (AP) _ En un inesperado giro Brasil y Argentina, los dos principales socios del MERCOSUR, propusieron dar una «mirada critica» al ALCA, o lo que es lo mismo, estudiar si vale la pena seguir adelante con ese proyecto promovido por Estados Unidos antes de comprometerse en su reactivación.

   La propuesta de MERCOSUR fue presentada casi a la madrugada del jueves en las rondas de negociaciones de la Declaración de Mar del Plata y causaron un trabajo contrarreloj de los técnicos para acabar el texto que deberán discutir y aprobar los gobernantes de 34 países que asistirán el viernes y sábado a la IV Cumbre de las Américas.

   La presentación resultó una sorpresa porque Brasil y Argentina, junto a Paraguay y Uruguay, que son los cuatro socios fundadores del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), venían respaldando incluir en la declaración párrafos sobre la posibilidad de seguir negociando el ALCA.

   Los delegados técnicos seguían el jueves trabajando en el texto.

   Y aunque ninguno ha dado explicaciones sobre por qué hubo ese cambio de posición de los dos principales socios del bloque sureño, sí hay algunas pistas.

   Brasil viene desde hace dos años impulsando otras iniciativas regionales que van desde acuerdos con la Comunidad Andina, hasta acercamientos del Mercosur con países como India y Sudáfrica.

   Incluso el presidente Luiz Inacio Lula da Silva llegó a decir este año que el ALCA no estaba en la agenda de prioridades de Brasil y aunque el canciller Celso Amorím se apresuró a aclarar que era de la «agenda periodística» y no de la del gobierno, pareció ser la ratificación que el gigante del sur no tenía mucho interés en el proyecto hemisférico.

   Brasil fue junto con Estados Unidos copresidentes del proceso de negociación del ALCA, que entró en punto muerto en noviembre del 2003, fecha de la última sesión ministerial realizado en Miami.

   Fue en esa cita, cuando los ministros convinieron que cada país podía, paralelamente a las conversaciones del ALCA, llegar a acuerdos bilaterales con otros bloques o países. Tal opción fue una iniciativa de MERCOSUR.

   Brasil y sus socios entonces dieron prioridad a negociaciones como con la Unión Europea, que debían terminar en un acuerdo de libre comercio en octubre del 2004, pero se vieron también empantanadas por temas como los subsidios agrícolas dados por los europeos a sus productores, y la reticencia latinoamericana a la apertura de sus mercados como el de telecomunicaciones y servicios.

   Las exportaciones brasileñas, que cerrarían este año en unos 117.000 millones de dólares, han crecido hacia nuevos mercados como el de China y Rusia, aunque Estados Unidos sigue siendo el más grande en términos de un único país. En volumen, el primer destino es la Unión Europea, o el bloque de 25 países.

   Argentina, por su parte, en voz del ministro de Economía Roberto Lavagna afirmó que «el libre comercio es un principio válido globalmente, pero no es libre comercio la liberación en bienes industriales y el proteccionismo subsidiado en bienes agrícolas».

   «O la liberación es global o se trata de comercio administrado en beneficio de algunos y en perjuicio de otros», dijo Lavagna al cerrar el Encuentro Hemisférico del Sector Privado que se realizó el miércoles en Buenos Aires en el marco de la Cumbre de las Américas.

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