Hoy 
Río de Janeiro. La selección argentina y su astro Lionel Messi quedaron a un paso de la gloria tras caer en la final del Mundial ante Alemania en el estadio Maracaná.
El conjunto dirigido por Alejandro Sabella que llegó a Brasil confiado en sus 4 Fantásticos y con una gran preocupación en su defensa, finalizó sus siete presentaciones con una solidez en su última línea y con grandes dificultades para convertir.
Tras conseguir cruzar la histórica barrera de los últimos 24 años sin poder pasar los cuartos de final, Alemania volvió a ser su ‘Bestia Negra’ como en las tres anteriores citas mundialistas.
Las lesiones en la última etapa de la preparación y que se extendieron a lo largo de la competición obligaron a los constantes cambios tácticos del cuerpo técnico.
Con un Lionel Messi en su plenitud durante la primera fase, con cuatro goles en tres partidos, el conjunto albiceleste dependió en exceso de él para superar los tres primeros pasos ante Bosnia en Río de Janeiro, Irán en Belo Horizonte y Nigeria en Porto Alegre.
Superado el debate inicial del esquema táctico defensivo 5-3-2 para volver al 4-3-3 reclamado hasta por el propio Messi, Argentina llegó a los octavos de final con seis goles convertidos y tres encajados. Para los octavos de final ante Suiza, los 4 Fantásticos (Di María, Agüero, Messi e Higuaín) se desarticularon por la lesión muscular del ‘Kun’.
A pesar de la puntuación ideal en el grupo F, el juego del bicampeón del mundo en 1978 y 1986 no convencía y dejaba interrogantes a futuro.
El triunfo en prórroga frente a Suiza, en el Arena Corinthians de Sao Paulo con el gol de Ángel Di María, le dio un valor épico a esta campaña y depositó a Argentina una vez más ante el gran desafío de superar la barrera de cuartos de final. Con los cinco últimos mundiales sin poder superar el escollo de los cuartos, Argentina consiguió un triunfo gracias, principalmente, al acierto goleador de Gonzalo Higuaín, autor del único tanto en la victoria 1-0 ante Bélgica en el estadio Mané Garrincha de Brasilia. En la previa de este partido, Alejandro Sabella demostró valentía al ensayar dos cambios con los ingresos de Lucas Biglia y Martín Demichelis por Fernando Gago y Federico Fernández, por los bajos rendimientos de estos dos últimos.
La estructura respondió y, con una actuación inconmensurable de Javier Mascherano, la selección albiceleste cumplió su primer gran objetivo en tierras brasileñas. Una nueva lesión muscular, esta vez de Ángel Di María, volvió a complicar este sendero mundialista.
En la semifinal, con este nuevo equilibrio táctico ante Holanda, ratificó su tercer partido sin recibir goles y, tras igualar con marcador en blanco en Sao Paulo, accedió a la gran final a través de los penaltis gracias a las paradas del portero Sergio Romero.
Sin embargo, en su quinta final mundialista, el sueño de añadir la tercera corona a su palmarés quedó trunca en la prórroga ante Alemania al caer por 1-0 con el tanto de Mario Goetze, sobre el final del tiempo extra.
Las apariciones intermitentes de Lionel Messi en los últimos escalones no fueron suficientes para alcanzar una gloria que hubiera sido de grupo y de consagración para su capitán. Las ‘mareas albicelestes’ que acompañaron cada presentación argentina en este Mundial también marcaron este camino mundialista, con la tradicional rivalidad con el dueño de casa. Para el futuro queda la elección del sucesor de Alejandro Sabella tras su inminente salida y una renovación generacional de cara al Mundial de Rusia 2018. EFE fca/jap -K-DEP-DEPORTES,FUTBOL DEP-DEPORTES,POLIDEPORTIVO-
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