POR INGRIS LEYBA
El 25 de mayo de 1810, la nación Argentina, producto de una historia conflictiva de construcción, no sólo de las formas de organización política, sino también de la propia identidad nacional, constituyó gracias a un grupo de patriotas con ideas revolucionarias la primera junta gubernamental, tras la cual sucedieron una serie de sucesos que culminaron 6 años después, con la independencia del país ante la dominación española.

Hoy, 196 años después, los argentinos celebran la importancia de la libertad y el sabor a triunfo, el cual les ha permitido disfrutar de sanas relaciones diplomáticas, comerciales y económicas con otros países de América Latina y el resto del mundo.

Con tal motivo, el embajador del país suramericano acreditado en República Dominicana, Jorge Roballo, en colaboración con la Secretaría de Cultura y el Museo de Arte Moderno, inauguró la exposición “Sur–El Sur” del artista argentino Pérez Celis, primer evento de una serie pautados  para festejar el Día Nacional de Argentina.

Al encuentro realizado en las instalaciones del Museo de Arte Moderno asistieron, además de ministros consejeros con funciones diplomáticas en República Dominicana, representantes de la Iglesia Católica, funcionarios gubernamentales, críticos de arte y empresarios.

Para dar inició formal a la inauguración, María Elena Ditrén, directora del Museo, ofreció las palabras de bienvenida en la que manifestó que “la obra de Pérez Celis no se enmarca dentro de una tendencia artística particular, pues es el resultado de sus creencias, vivencias y de sus pasiones. Búsqueda inagotable de la luz, de los sonidos del cosmos y de lo espiritual”.

Seguido de su intervención, el diplomático argentino, en el discurso central, sostuvo que luego de la participación de Argentina como país invitado en la pasada Feria Internacional del Libro, la coincidencia de honrar el Día Nacional de Argentina con una muestra de arte, pone de manifiesto que sólo el arte y la cultura son los medios idóneos para el conocimiento y entendimiento entre los pueblos.

Dijo que “Pérez Celis es un apasionado artista que ha recorrido el mundo, y hoy regresa a República Dominicana con una veintena de obras creadas en los últimos años; él es un pintor prolífico y generoso, su sonrisa –como la de Gardel– desarma, convence y conquista amistades”.

Finalmente ofreció un brindis por el futuro promisorio de ambas naciones, por el arte y la cultura, que son fundamentales en el crecimiento de cualquier país.