LOS ÁNGELES. Ariana Grande ganó su primer Grammy el domingo, pero no estuvo ahí para recibirlo. La cantante decidió faltar a la ceremonia tras una pelea pública con el productor del espectáculo.
Grande obtuvo el premio al mejor álbum pop vocal por “Sweetener“, superando a Taylor Swift, Kelly Clarkson, Pink, Shawn Mendes y Camila Cabello. Recurrió a Twitter para expresar que su victoria era “salvaje y hermosa“.
“Sé que no estoy ahí esta noche“, escribió en la red social. “Créanme, lo intenté y todavía desearía realmente que hubiese funcionado“. Grande acusó al productor ejecutivo de la emisión, Ken Ehrlich, de mentir sobre conversaciones con la superestrella para actuar en la gala del domingo.
Ehrlich dijo a The Associated Press el jueves que Grande le había dicho a los productores que no tenía el tiempo necesario para prepararse. “Resulta que, cuando finalmente llegamos a un punto donde pensamos que quizás funcionaría, ella sintió que era demasiado tarde como para lograr armar algo seguro“, dijo Ehrlich en una entrevista.
Pero Grande respondió en redes sociales “puedo armar algo de la noche a la mañana y tú lo sabes, Ken“. Alegó que su “creatividad“ y “autoexpresión“ se vieron “ahogadas“, y que espera “que el espectáculo sea exactamente lo que desean y más“.
Durante la ceremonia, Grande también tuiteó y borró rápidamente críticas a los Grammy luego que el difunto Mac Miller, su exnovio, perdiera ante Cardi B en la categoría álbum de rap del año.
Grande calificó la pérdida de Miller como “basura“ y también usó una grosería. Luego aclaró que no estaba criticando a Cardi B. Miller murió de una sobredosis accidental de drogas el año pasado a los 26 años.