SAN JOSE (AFP).- El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, anunció ayer, jueves, que distribuirá su salario de poco más de 100.000 dólares anuales entre diversas causas de beneficencia como asilos de ancianos, atención de enfermos, discapacitados y niños en abandono, entre otros.

El mandatario costarricense, que asumió el poder el pasado 8 de mayo, había donado hasta ahora una parte de su sueldo correspondiente al pago por “dedicación exclusiva”, aproximadamente un cuarto del total. Sin embargo, el miércoles anunció que renunciaría al 100% del ingreso.

“La verdad es que yo no voy a vivir ni mejor ni peor con mi salario”, afirmó Arias tras hacer el anuncio.

“La decisión -afirmó- nace de lo que se dice en el Evangelio, de que en la vida es más importante dar que recibir y de aquella expresión tan sabia de que nadie tiene derecho a lo superfluo mientras haya gente que carezca de los necesario”.

Según historiadores locales, no existe el precedente de que un gobernante haya renunciado a la remuneración del Estado por el ejercicio de su cargo.

Oscar Arias, Premio Nobel de la Paz (1987), pertenece a una de las familias más acaudaladas del país, y personalmente está vinculado a la exportación de café y azúcar, así como a la actividad financiera, entre otros lucrativos negocios.