SAN JOSE (AFP).- El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, salió al paso ayer, miércoles, de las críticas que ha recibido desde Cuba de que bajo su gobierno el país centroamericano -campeón de la paz- se está militarizando, en un nuevo episodio del añejo distanciamiento que mantiene con Fidel Castro.

“Los opositores al gobierno de Costa Rica están en las calles, en distintos lugares, pero en Cuba quienes se oponen a la dictadura están en las cárceles o en los cementerios”, reaccionó el gobernante en declaraciones a una radioemisora local.

“Es ridículo acusar a un Premio Nobel que ha luchado por la desmilitarización, no solo de Centroamérica, sino por el desarme en general”, manifestó Arias quien en 1987 recibió el Premio Nobel de la Paz por sus aportes al proceso de paz de Centroamérica.

“La dictadura cubana no tiene autoridad moral para cuestionarme, yo como Premio Nobel sí la tengo y seguiré criticando al régimen dictatorial de Castro”, afirmó Arias.

Las acusaciones del gobierno cubano a Arias se producen en momentos en que el gobernante enfrenta una ola de críticas de parte de la oposición, por las pretensiones de una empresa fabricante de armamento de instalarse en territorio costarricense.

El hecho coincide con la publicación de un reglamento firmado por la ministra de Salud, María Luis Avila, y el propio presidente Arias, que reglamenta la producción de todo tipo de armas, incluidas las de guerra.

Arias ha dicho que no permitiría la fabricación de armas en el país y pidió a los diputados impulsar una ley que prohíba esta actividad de forma expresa.