Aristide insiste en secuestro

Aristide insiste en secuestro

PARIS.- El derrocado presidente haitiano Jean Bertrand Aristide presentó una denuncia en París por secuestro, informaron este miércoles fuentes judiciales.

Esta denuncia contra posibles responsables que no se nombran, habla de «amenazas, amenazas de muerte y secuestro» sufridas por el ex mandatario y fue presentada el martes por medio del abogado Gilbert Collard.

Entre otros, se cita al embajador de Francia en Haití, Thierry Burkard, al embajador estadounidense James Foley, al escritor francés Régis Debray, y a la hermana del ministro francés de Relaciones Exteriores, Dominique de Villepin, Veronique Albanel.

Según Collard, que redactó la denuncia por orden del ex presidente, estas cuatro personas podrían ser declaradas culpables de intimidación, con el objetivo de obligar a Aristide a abandonar Haití.

[b]Pide no reconcer gobierno[/b]

El presidente venezolano, Hugo Chávez, pidió ayer a los países latinoamericanos que no reconozcan al «gobierno impostor que las tropas norteamericanas han colocado en Haití», tras la salida del ex presidente Aristide.

«Aristide fue secuestrado y sacado del poder por tropas de Estados Unidos y eso tenemos que condenarlo los que creemos en la soberanía y la democracia», dijo Chávez durante una ceremonia de entrega de microcréditos.

«Hacemos un llamado a los gobiernos democráticos de este continente para que, al igual que la Comunidad del Caribe (Caricom), no reconozcan al gobierno impostor de Haití», señaló Chávez.

[b]Anuncia protesta[/b]

El Movimiento estudiantil de Haití anunció una movilización contra la presencia de militares en la Universidad Popular de Tabarre, al norte de Puerto Príncipe, que, a su juicio, se ha transformado en una base militar.

«El espacio universitario es nuestro, debe ser desmilitarizado», declaró a los periodistas el líder estudiantil Josué Vaval, de la facultad de Ciencias Humanas.

Esa facultad fue punto central de la lucha universitaria contra el régimen del depuesto Jean-Bertrand Aristide, quien abandonó el país el 29 de febrero pasado.

La Universidad de Tabarre fue fundada por Aristide con ayuda internacional, principalmente de Taiwán y Cuba.

Esta universidad sirve de cuartel general de la fuerza internacional de paz en Haití, compuesta por más de 3.000 militares de Estados Unidos, Francia, Canadá y Chile, bajo el mando del general estadounidense Ronald Coleman.

«Nosotros, los estudiantes, instamos al general Coleman a dejar este lugar», agregó Vaval.

«En los próximos días vamos a pasar a otra velocidad», advirtió el dirigente estudiantil y precisó que los estudiantes realizarán manifestaciones pacíficas de protesta.

Durante su toma de posesión el pasado día 15, Coleman dejó claro que «no somos una fuerza de ocupación».

En presencia del presidente provisional de Haití, Boniface Alexandre, y del primer ministro, Gérard Latortue, el militar declaró que la misión de la fuerza internacional consiste en ayudar al establecimiento de un clima de paz y de estabilidad en este país caribeño.

Los estudiantes instaron al Gobierno de Latortue a adoptar una posición oficial contra la ocupación de la universidad.

En caso contrario, «nos veremos obligados a entrar en una gran movilización en la que contaremos con el apoyo de estudiantes a nivel nacional e internacional», declaró Vaval.

Los alumnos condicionaron todo contacto con los miembros del Gobierno a la adopción de una postura oficial «crítica en relación a la presencia de los blancos (militares extranjeros) en el país», y en especial «para la desmilitarización de la Universidad de Tabarre».

Los universitarios han fijado el próximo 18 de mayo como fecha límite para la «liberación» de Tabarre, coincidiendo con la celebración en Haití del día de la bandera nacional y de la universidad.

En una entrevista el pasado domingo con la emisora privada Radio Kiskeya, Latortue subrayó que la fuerza internacional no permanecerá en Haití más de tres meses.

Coleman explicó que esta fuerza debe asegurarse antes de dar por finalizada su labor que haya cesado la violencia que acompañó la salida de Aristide del poder y que existen las condiciones necesarias para el despliegue de tropas de las Naciones Unidas.

El pasado 18 de marzo, un grupo de representantes de movimientos cívicos, entre ellos el sociólogo y catedrático Anil Louis Juste, expresaron en un carta abierta a Alexandre su «indignación al ver la Universidad Popular de Tabarre transformada en una base militar de la fuerza internacional de ocupación».

La carta sostiene que el pueblo de Haití tiene «una necesidad real de cooperación con la comunidad internacional».

Pero, agrega, «no quiere una ocupación o una cooperación bilateral o multilateral que no respete (…) derechos fundamentales como el de la educación, el principio de la autodeterminación de los pueblos y la solidaridad».

La intervención de las fuerzas internacionales en Haití, el 29 de febrero pasado, es la tercera que se produce en menos de un siglo.

La primera fue en 1915, cuando soldados estadounidenses permanecieron en Haití hasta 1934.

En 1994, tropas de EEUU, acompañadas por fuerzas internacionales, llegaron a Haití para preparar el retorno de Aristide, que había sido derrocado en 1991, a los siete meses del inicio de su primer mandato.

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