JOHANNESBURGO (AP).- El derrocado presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide llegó el lunes a Sudáfrica, donde vivirá en el exilio hasta que pueda regresar a su país.

Antes de partir desde Jamaica hasta su exilio aquí, Aristide insistió en que seguía siendo el presidente elegido de Haití, y dijo que algún día regresará.

En un recibimiento que generalmente está reservado para visitas de jefes de estado, Aristide fue saludado en el aeropuerto por el presidente Thabo Mbeki y una delegación de ministros del gabinete y un funcionario de la Unión Africana.

El derrocado líder haitiano y su esposa, Mildred, se abrazaron con Mbeki cuando bajaron del avión de la Fuerza Aérea de Sudáfrica junto con sus dos hijas y sus guardaespaldas.

Aristide abandonó su país el 29 de febrero, cuando los rebeldes se acercaron a la capital, Puerto Príncipe. Posteriormente declaró que fue derrocado por Estados Unidos, una acusación que Washington niega.

En una breve declaración que efectuó el lunes a la prensa, Aristide agradeció a Sudáfrica y a la Unión Africana por recibirlo junto a su familia.

«En lugar de Europa, somos bienvenidos en Africa, nuestro continente madre, nuestra casa temporaria hasta que regresemos a Haití», expresó.

Agregó que la situación de Haití debe normalizarse y la paz tiene que prevalecer antes de que intente volver.

El gobierno sudafricano ha expresado que Aristide y sus familiares están autorizados a vivir en Pretoria hasta que puedan regresar a salvo a Haití.

Los gastos de su estadía en este país están a cargo de las autoridades sudafricanas.

«Sudáfrica tiene una responsabilidad, como país africano y como miembro de la comunidad internacional, de asegurar que prevalezcan la democracia y la paz en Haití, y que la población de Haití pueda ser capaz de elegir quiénes deberían ser sus líderes», manifestó el vicecanciller, Aziz Pahad.

Si bien Sudáfrica insiste en que se trata de un acuerdo temporal, los funcionarios del gobierno se negaron a especificar cuánto tiempo permanecerá en este país Aristide.

La oferta para asilar a Aristide generó fuertes críticas de los sectores opositores sudafricanos, que se quejaron por los costos que representa para los contribuyentes de impuestos, muchos de los que aún están sumergidos en la pobreza una década después del final del apartheid.

«Aristide es un líder desacreditado que fue elegido lejos de circunstancias ideales y es un conocido violador de los derechos humanos», dijo Douglas Gibson, funcionario de la opositora Alianza Democrática.

«Su llegada _ y su recibimiento con alfombra roja_ demuestra que el gobierno está más preocupado en los muchachos del viejo club de presidentes y políticos que en la gente de Sudáfrica», declaró.

Durante semanas los allegados de Aristide manifestaron que el derrocado presidente deseaba llegar a Sudáfrica, pero el gobierno local demoró la decisión hasta después de las elecciones generales del 14 de abril y dijo que no había recibido un pedido formal de asilo.

Aristide pasó su primera semana de exilio en la República Centroafricana. Desde allí voló a Jamaica el 15 de marzo, para reunirse con sus dos hijas.