Arístides Fiallo Cabral, considerado como «uno de nuestros primeros oradores», sobresalió también en la astronomía, la filosofía y la poesía

Arístides Fiallo Cabral, considerado como «uno de nuestros primeros oradores», sobresalió también en la astronomía, la filosofía y la poesía

POR ÁNGELA PEÑA
Fue profesor en todas las categorías de la enseñanza, médico, abogado, orador, poeta, escritor, filósofo, abogado, astrónomo. Su reputación como hombre de ciencia era conocida y admirada de uno a otro extremo de América y en los círculos científicos de Europa. Creador de la Teoría Biocósmica de la Gravitación Universal sobrepasó, según la Enciclopedia Espasa, las teorías de Kant y Laplace.

Arístides Fiallo Cabral, el versátil, consagrado e incansable investigador de diversidad de materias se rindió para siempre a los cincuenta y cinco años de edad, en momentos en que el país, al que tan apreciables servicios había ofrecido, se levantaba de los estragos de una era de terribles epidemias. Falleció el 20 de marzo de 1931, cuando Santo Domingo aún se recuperaba de las devastaciones del ciclón San Zenón.

Considerado como “uno de nuestros primeros oradores”, sus célebres, elocuentes y valientes discursos pronunciados  en los tiempos dolorosos de la Ocupación Norteamericana de 1916 fueron inolvidables  en el pueblo al que consagró sus desvelos, sobre todo el que improvisó en aquellos días trepado en las piedras ilustres del Baluarte 27 de Febrero, cuando “los motores atronadores de los aeroplanos interventores quisieron apagar su voz, que, empero, se hizo más potente que ellos”.

Es recordada igualmente su oratoria en el famoso Congreso de la Prensa, cuando el cronista tuvo la oportunidad de expresar con voz elocuente las palabras más celebradas e impresionantes.

Pocos dominicanos de su generación tuvieron la sapiencia ni la diversidad de conocimientos de Arístides Fiallo Cabral, que cada día sorprendía al mundo con un nuevo descubrimiento o con la incorporación de una nueva faceta a su inquieta personalidad. Fue poeta y astrónomo, considerado en la República Dominicana como la primera autoridad en tan difícil materia.

Sobresalió en la filosofía, la ciencia que más le atraía. “Era un filósofo hasta en el timbre de su voz, que ya por desgracia perdimos para siempre”, comenta La Opinión al reseñar su muerte.

CARGOS DESEMPEÑADOS

Arístides Fiallo Cabral fue profesor-secretario de la Escuela Normal; profesor-secretario de la Escuela de Bachilleres, del Instituto Salomé Ureña, Miembro del Consejo Nacional de Educación, Superintendente General de Enseñanza, director de la Escuela Normal Superior de Santo Domingo, Profesor y decano de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional.

         También se desempeñó como regidor-presidente del Ayuntamiento de Santo Domingo, y presidente del Ateneo Dominicano. Presidió instituciones académicas, científicas, culturales y fue miembro de otras internacionales.  Diputado a la Asamblea Constituyente fue presidente de la Sociedad Dominicana de Geografía y miembro de la Junta Central Electoral.

         Entre sus múltiples títulos adquiridos están el de doctor en Filosofía y Letras, en Medicina, licenciado en Matemáticas y licenciado en Derecho.  Al momento de su fallecimiento se desempeñaba como Secretario de Estado de Sanidad y Beneficencia y profesor Universitario.

MODELO DE VIRTUDES

Las crónicas de su muerte fueron expresión de la admiración y el aprecio colectivo hacia el ilustre profesional. Las primeras páginas de los principales diarios de entonces se llenaron de luto con la irreparable partida por la que se decretaron cinco días de duelo, las banderas ondearon a media asta. El cadáver fue expuesto en la Biblioteca de la Universidad, en la Cancillería y en su residencia de la avenida Independencia en la que catedráticos, diplomáticos, médicos, enfermeras, discípulos, amigos y familiares hicieron guardia.

         “El doctor Arístides Fiallo Cabral deja un hogar modelo de las más enaltecedoras virtudes donde lloran su eterna desaparición su esposa, la señora Flor de María Henríquez viuda Fiallo y sus siete hijos, entre ellos el varón, Hostos, que precisamente debía contraer matrimonio en el día de ayer con la señorita Gracita Oliva”, expresaba la reseña del Listín Diario. Sus otras hijas eran Thelma, Urania, Leda, Isis, Safo y Fiordaliza.

         “Su vida toda, añade el Listín Diario, fue una fervorosa consagración al estudio, graduándose muy joven aún con el título de licenciado en medicina. Ejerció durante varios años esta profesión conquistando una reputación inolvidable y distinguiéndose siempre por sus aciertos extraordinarios”.

         En la ciencia pedagógica, agrega, “espigó singularmente, redactando mientras ejercía el cargo de Superintendente de Enseñanza su Código Orgánico de Educación Común, que lo convirtió en Secretario Perpetuo de la Universidad”.

         Como astrónomo, culminó con la teoría de la Gravitación Universal que, como se ha dicho, fue encomiada por la Enciclopedia Espasa de manera elocuente.

OBRAS

Arístides Fiallo Cabral nació el ocho de mayo de 1876, hijo de Juan Ramón Fiallo y Ana María Cabral Figuereo. Como escritor fue fecundo y brillante, aunque dejó inéditas innúmeras obras, sin presentir, quizá, su muerte prematura. Entre esos volúmenes quedaron “Poemas y baladas” que según críticos de la época “demuestran su abundosa vena lírica, la exquisitez de su alma y el primor de su estilo literario”.

         Dedicado a la ciencia jurídica, se hizo abogado, y de esa materia también dejó trabajos escritos, al igual que de su oratoria forense, pronunciada en la cátedra universitaria o desde la tribuna política “en la que supo convencer e inflamar a las masas”. Su colección de discursos, presta a darse a la luz, también quedó desplazada tras su fallecimiento.

         El ex director de la Escuela Pública de Baní y Secretario Perpetuo y Canciller de la Universidad, figuró varias veces como miembro de jurados científicos y literarios y fue reconocido como miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de Montpellier y de la Sociedad Francesa de Enfermedades de la Piel.

         Sus escritos sirvieron de material de estudios, aun sin publicar, pero dio a la luz fragmentos de algunos, como por ejemplo Historia de la Patología. A la hora de su deceso trabajaba en la corrección final de las siguientes obras: Estudios de la Ciencia Universal, Errores de la Física, Historia de la Humanidad, Una Anatomía Nueva, Una Metafísica, Genealogía de los grandes sentimientos del hombre, El fundamento de la moral, Filosofía del dolor, La historia de un corazón (novela), El drama de la vida, en cuatro actos, desarrollado en Venecia, y Los Verdaderos y los falsos apóstoles.         Fue autor del Código Ordinario de Educación y de la Teoría Biocósmica de la Gravitación Universal.

         El día del sentido deceso del doctor Arístides Fiallo Cabral se suspendieron las labores públicas y privadas, principalmente en la Cancillería, la Universidad y el hospital Padre Billini, donde tantas vidas libró de la muerte el que fue, también, Jefe de los Establecimientos de Beneficencia de la República.

         En su residencia de la avenida Independencia, “en medio de la sala principal, se levantó un sencillo catafalco de enlutados crespones en el cual fue acomodado el cadáver, que fue a poco rodeado de dolientes cirios y de una multitud de ofrendas florales, entre las que destacaban con expresiva elegancia y exquisita selección del arte floral, dos grandes coronas: la de la Universidad Nacional y la del Señor Presidente de la República, General Rafael Leonidas Trujillo Molina”.

LA CALLE

“Considerando que el Dr. Arístides Fiallo Cabral fue un consagrado al estudio de las ciencias y esforzado luchador por el bienestar de su pueblo en diferentes y variados órdenes”, el Consejo Administrativo del Distrito de Santo Domingo decidió designar con su nombre, el nueve de noviembre de 1942, “la calle situada en el  Ensanche Independencia y que era denominada Manuel María Castillo”. Ésta, a su vez, fue traslada a otro sector de la ciudad.

         La Arístides Fiallo Cabral  nace en la Benito Monción y se extiende hasta la zona Universitaria.

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