POR ROSA ALCANTARA
El candidato presidencial del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Amable Aristy Castro, definió ayer como una burla a los pobres el programa Solidaridad que impulsa el gobierno, a través del cual entrega tarjetas para consumo de 500 pesos mensuales que, a su juicio, no alcanzan para la comida de un día para una familia promedio de cuatro miembros.
También anuncian con bombos y platillos que entregarán el doble a las familias que reciben los 500 pesos, como si con esto fueran a resolver algo, porque en un país donde la canasta familiar supera los RD$15,000 mensuales ¿qué se puede hacer con mil pesos?, agregó.
Expresó que a esas mismas familias a las que les asigna la tarjeta Solidaridad les cobran el 16 por ciento del Itebis, 60 pesos en cada galón de gasolina, 36 pesos en el gasoil y les hacen pagar la energía más cara del universo.
Pero tampoco les brindan un buen servicio de educación, salud, transporte y seguridad ciudadana, lo que quiere decir que, a la larga, el gobierno no les está dando nada a esas familias, porque se lo quita por otro lado.
Aristy Castro dijo que el gobierno de los pobres, que él encabezaría a partir del 16 de agosto del próximo año, promoverá un régimen fiscal justo, un amplio programa social que le garantice a todos los dominicanos el acceso a los alimentos, medicina, educación, salud, transporte, electricidad, agua potable, seguridad, empleos y otros.
Anunció que durante el mes de diciembre los cacerolazos contra la pobreza se convertirán en la ruta del trineo de los pobres, para distribuir puercos, pavos, gallinas, manzanas, dulces, vino, sangría, uva, telera, entre otras cosas.
Durante una actividad en Puerto Plata, declaró que la pobreza y la indigencia en que viven millones de dominicanos son invisibles a los ojos del presidente Leonel Fernández y sus funcionarios, a quienes acusó de no haber hecho nada para enfrentar con seriedad ese mal social.
Dijo que la administración de Fernández ha sido indolente frente a un segmento importante de la población que vive en la miseria, carente de servicios vitales como viviendas, educación, salud y agua potable.
Responsabilizó al candidato presidencial del PLD de convertir en ciudades fantasmas y atrasadas a pueblos que en el pasado reciente eran pujantes como Montellano, Sosúa y Cabarete.