El economista Jaime Aristy Escuder rechazó ayer que el acuerdo a que arribó con el senador Félix Bautista sea una retractación de lo que afirmó en su libro “El lado oscuro de la SunLand”, y por lo cual fue demandado internacionalmente junto con José Alejandro Ayuso.

Dijo que firmó el acuerdo de desistimiento de la demanda que por difamación interpusieron contra él Ayuso, Bautista y la Sun Land, porque al final del proceso se iba a llegar a la conclusión de que su libro no es difamatorio, “y para evitar una demanda que contra el Estado dominicano se proponía hacer la SunLand, por la suma de US$235 millones”.

Afirmó que en la Corte Estatal de Miami Dade, donde se conocía el caso, existe evidencia que confirma el contenido de su libro, excepto algunas imprecisiones como la relativa a una transferencia de US$112 millones hecha de manera ilegal en el país a una cuenta privada propiedad del Consorcio Hemisferio Imperial.

“El proceso llevado en la corte estatal de Miami permitió aclarar esa imprecisión. El monto transferido a esa cuenta fue de 67 millones de dólares. El resto del dinero del pueblo dominicano fue utilizado por la SunLand a su libre albedrío entre enero y agosto de 2007. Todavía a la fecha actual no se sabe qué hizo la empresa con ese dinero”, dijo Aristy Escuder en una conferencia de prensa.

Sostuvo que en el acuerdo firmado a instancias de Bautista se reconoce que su libro no se escribió con intención difamatoria, sino para presentar pruebas que facilitarían a la justicia dominicana determinar si el caso de la SunLand tipifica un acto de corrupción y de lavado de activos.

Agregó que también se reconoce que el proceso de descubrimiento (Discovery) permitió confirmar que en diciembre de 2006 fueron emitidas 19 notas Promisorias en los mercados internacionales por US$130 millones sin la aprobación del Congreso Nacional, y que desde el principio fueron consideradas como deuda pública por los bancos que las adquirieron.

Además, que el dinero no llegó a las cuentas del Gobierno, como establece la legislación dominicana, sino a una cuenta privada de la SunLand en Miami; que la mayor parte de ese dinero fue transferido posteriormente por instituciones de Félix Bautista a la cuenta de la empresa Consorcio Hemisferio Imperial, y que el banco HSBC requirió en diversas ocasiones el pago de las Notas y mantuvo informado de esos reclamos al Poder Ejecutivo desde febrero de 2007.

Se admite, asimismo, que el 8 de octubre de 2007, el ingeniero Pedro Delgado Malagón publicó un presupuesto de las cinco obras en construcción en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) asecendente a US$112.3 millones, y que en febrero de 2012 dijo que el presupuesto de esas mismas obras ascendía a US$183.9 millones; y que se utilizó el sistema bancario de los Estados Unidos para desviar fondos del Gobierno dominicano a cuentas privadas controladas por la Sund Land.