Aritmética presupuestaria y 4% del PIB

Aritmética presupuestaria y 4% del PIB

Si bien es deseable un gasto, o más bien una inversión, en educación que parta de un piso equivalente al 4% del PIB, lo cierto es que con el actual nivel de ingresos tributarios y la estructura del gasto es muy difícil de un año para otro dar un salto desde 45 mil millones en el 2010 a más de 83,800 millones en el 2011.

El estimado de ingresos tributarios para el próximo año es equivalente al 13.2% del PIB y los ingresos fiscales totales (tributarios+ no tributarios+donaciones) ascienden a un monto de RD$293,216 millones, equivalente al 13.9% del PIB, mientras el gasto total asciende a RD$390,475.8 millones.

En la estructura del gasto  los servicios sociales (salud, educación, deportes, seguridad social, etc.) consumen el 7.2% del PIB, los servicios económicos (agropecuario, comunicaciones, industria, electricidad, etc.) el 3.0% y el pago de los intereses de la deuda pública un 2.4%.

En tres renglones, equivalentes al 12.6% del PIB, se agota casi la totalidad de los ingresos tributarios,  por ello, para cubrir los servicios generales y la amortización de la deuda, es necesario utilizar financiamiento interno y externo por un monto de RD$97,259 millones, equivalente al 4.6% del PIB. Definitivamente la aritmética presupuestaria no cuadra para un aumento al 4% del PIB de un año a otro.

Algunos argumentan que debe partirse del 4% y redistribuir el resto. Entregue el 4% del PIB a la educación, súmese el 4.8% del resto social, agréguese los intereses de la deuda y los servicios económicos y estaríamos en 14.2% del PIB: o busca más financiamiento, lo cual es imposible en el esquema del actual programa con el FMI, o sencillamente reduce drásticamente el gasto corriente o el gasto en inversión y esto último  no sería deseable. Se dice, con cierta razón, que hay un exceso de nóminas y parece por ahí podrían aparecer los RD$34,109 millones necesarios para completar el 4% del PIB.

El año próximo el gobierno central gastará en remuneraciones a empleados la suma de RD$78,181 millones, pero resulta que educación, salud pública, FA y Policía se llevan RD$53,167 (67.8%); como a nadie se le ocurriría reducir las remuneraciones a estas instituciones solo restaría cortar en el 32.2% restante, equivalente a RD$25,014 millones. Aunque se despidieran la mitad de los empleados, apenas se conseguirían RD$12,500 millones para educación. No es accidental que el Informe Atalli hable de “una presión fiscal muy baja y un presupuesto sin margen de maniobra”, porque  solo tres países del continente tienen una presión tributaria menor, aparte de una estructura de gastos con  fallas en la calidad.

Es necesario construir un sistema educativo público que nos garantice subirnos al tren del desarrollo, para ello serán necesarios muchos años con aportes iguales o mayores al 4% del PIB, y un pacto social, como propone CONEP, o la “Estrategia de Desarrollo 2010-2030”, que garantice los recursos adecuados  sobre la base de un compromiso de éste y sucesivos gobiernos con un gasto de calidad, una reforma fiscal radical que con equidad eleve la presión tributaria  y una sociedad responsable donde sus hombres y mujeres paguen los impuestos, la electricidad y otros servicios.

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