POR JORGE RAMOS
Fusiones de soft rock, bachata y rock moderno en inglés y español, forman parte de casi 200 composiciones que ha realizado Arly Pérez en los últimos años en que estuvo convaleciente en su casa, después de un accidente de tránsito que por poco le arranca la vida.

La inspiración por la música le sirvió de válvula de escape para afrontar todos los inconvenientes de salud que tuvo, tras permanecer varios meses interno en el hospital Darío Contreras de Santo Domingo Este.

Hace tres años que se estrelló en el auto que salió a probar por la peligrosa Avenida Las Américas a más de 100 kilómetros por hora. Se partió la pelvis, los tobillos, los dos fémur, el cerebro se despegó (por suerte volvió a su sitio), en fin, tuvo que soportar nueve intervenciones quirúrgicas para sobrevivir.

Con prótesis en todo su cuerpo, incluidas las dos piernas, que son de madera, Arly Pérez, de 32 años de edad, ha tenido el suficiente espíritu y deseos para luchar con tesón y aprovechar los 12 meses  que estuvo en cama para componer y arreglar cerca de 200 canciones.    

Dice que se inspira en la vida, tiene temas románticos, casuales, urbanos y hasta sociales, aunque no ha incluido esta última temática en sus primeras grabaciones. 

Con mucho sacrificio y la colaboración de familiares y amigos, así como facilidades del estudio de grabación, Arly grabó hace poco su primera producción que consta de dos discos y que ha titulado “Futuro inmediato”, donde comparte la vocalización con otros jóvenes como Marcel Scarlet Bautista y Aníbal Lebrón.

El segundo proyecto musical del joven cantautor está en su fase final y constará de ocho cortes, con la intención de dar a conocer sus trabajos. Para ello anda buscando una persona que vea el proyecto como algo muy serio que ha salido de su alma.

“Escribo, arreglo y canto mis propias versiones, pero en estos primeros discos busqué asistencia de otras voces para evitar la monotonía”, expresó Pérez, quien agradece a Dios estar vivo para poder escribir, tocar su guitarra y cantar.

Arly es hijo del médico y abogado Fausto Pérez y de la licenciada en Educación Cristina Rosario de Pérez.