Armarios, llega la hora del destape

Armarios, llega la hora del destape

Este mueble que toma su nombre de la Edad Media ya que en su interior se guardaban armas y armaduras, recupera su valor ornamental, su apreciación como obra de arte, como pieza única, protagonista de los espacios que ocupa.

Los armarios salen del anonimato, para mostrar su esplendor. La decoración le rinde un homenaje al mueble antiguo, otorgándole un lugar especial en el hogar, donde convive con el arte contemporáneo y el diseño actual. Una bella mezcla de estilos y épocas, donde el presente y el pasado se encuentran para crear espacios bellos, funcionales y muy ornamentados.

El armario, que toma su nombre de la Edad Media ya que en su interior  se guardaban armas y armaduras, recupera su valor ornamental, su apreciación como obra de arte, como pieza única, protagonista de los espacios que ocupa, un comedor, un salón, una habitación, e incluso un cuarto de baño.

Diseñadores y decoradores reivindican su valor, y sacan al armario de la clandestinidad, dejando atrás los armarios invisibles, escondidos, y rescatando sus posibilidades decorativas.

Este mueble –que data de la época romana- cumple tradicionalmente dos funciones, adornar, creando un ambiente distinguido y brindar comodidad, convirtiéndose en un artículo útil, donde se guardan múltiples objetos que se utilizan en el día a día, como vajilla, vasos, sabanas, toallas, ropa.

Se busca que el armario, incluso presida en el salón, se exhibe en el comedor, o vista el dormitorio. Pero claro, no se trata de cualquier armario, sino de una pieza exótica, una pieza especial, una antigüedad.

Una antigüedad
Las antigüedades son atemporales, no pasan de moda. Son reliquias del pasado, son huellas de cultura, reflejo de una civilización. Cada pieza es única y muestra con orgullo sus cicatrices, el paso del tiempo.

Cada mueble u objeto enriquece el espacio donde reposa, colmándolo de elegancia y autenticidad. Asimismo, las antigüedades combinan y se acoplan a la perfección a los distintos estilos y tendencias, sin opacar la imagen de otros objetos o muebles.

No obstante, al tratarse de armarios antiguos, piezas muy especiales, es importante elegir el mueble con precaución. Si se decide invertir en una antigüedad hay que certificar su autenticidad y seleccionar una pieza que sea afín al estilo y gustos del comprador. No se trata de un capricho, sino de un mueble que perdurará en el tiempo.

Una clave que permite distinguir un armario antiguo de uno moderno, es que el primero es como un rompecabezas. Su construcción es en forma de ‘puzzle’, cada parte del armario, puertas, tablas, cajones se engranan, casan unas con otras. No hay tornillos, ni clavos, ni bisagras.

El estilo chino
El estilo oriental pega fuerte, especialmente el armario chino, uno de los favoritos. Es exótico, rico en forma y color.

Y pese a que hay gran variedad de muebles, que cambian de acuerdo a la fecha y al lugar en que fueron elaborados. Los armarios más representativos son aquellos pintados con laca, una técnica antigua china, que le otorga brillo y textura a los colores y que tiene larga vida.

La laca es una resina del árbol de la laca que tiene una fuerte cualidad adhesiva y un lustre hermoso. Se utiliza tanto como protector, como adhesivo y como ornamentación de muebles, cerámica o bambú.

Un mueble lacado -elaborado en madreas de sándalo rojo, peral, padauk, o ébano- lleva varias capas de laca y el artista adorna y pinta cada pieza con colores, oro en polvo, incrustaciones de marfil, jade, coral, malaquita, nácar.

Entre los tipos de tallas más habituales, encontramos el relieve, el grabado, y los motivos más frecuentes son las flores, figuras humanas o animales mitológicos, como el dragón. Los colores más utilizados en el lacado son el rojo, el verde, el negro, el amarillo y el dorado.

La técnica de la laca hace parte de la antigua tradición china. Allí se han encontrado tumbas del Neolítico que albergaban utensilios y objetos lacados. El lacado se empleaba a menudo en el mobiliario de palacios y templos y en el de las casas nobles.

La dinastía Ming (1368-1644) y la dinastía Ching o Qing (1644-1911) son conocidas por su aporte al desarrollo de la técnica de la laca y la creación de un estilo particular, que hoy permanece intacto.

Pese a que la forma, los dibujos y colores varían en cada armario, todos tienen un sello particular, sus cierres y herrajes. La gran mayoría de estos muebles llevan una cerradura, una especie de candado, muy vistoso, que hace parte de la ornamentación del mueble y protege el interior del armario. EFE-/Reportajes.

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