Los armarios son muebles imprescindibles en el hogar, pues son los reyes del orden. Todas las habitaciones deben tener su propio armario y, en función de si es un cuarto infantil o un dormitorio de matrimonio, el estilo y las líneas del mismo variarán con el fin de adaptarse a ciertas necesidades.

Pero el cometido de estos magníficos instrumentos de la organización sería en vano si se utilizan de forma incorrecta. Para que la ropa se mantenga en condiciones óptimas, es necesario que se actúe con disciplina y no dejarse llevar por la prisa. Los armarios están perfectamente diseñados para que cada prenda disponga de un lugar exacto y se conserve sin arrugas y sin malos olores hasta que se tenga que utilizar de nuevo.

Amplias posibilidades

Los materiales con los que actualmente se fabrican los armarios, ya sean muebles sueltos o empotrados, son casi ilimitados: desde las maderas más exóticas hasta los plásticos de última generación. El estilo de decoración que queramos implantar dentro de las habitaciones será el que marque la elección del armario. Así, si nuestro dormitorio tiene un estilo rústico, es fundamental que apostemos por un armario de madera noble mientras que si lo nuestro son las líneas modernas, un armario con las puertas correderas de cristal será perfecto.

A la hora de adquirir un armario, o mandarlo hacer, uno de los criterios más importantes es la cantidad de cajones, cestas o baldas de las que disponga. También tenemos que considerar la idea de un zapatero integrado o de la existencia de barras regulables en altura. Igualmente, tendremos que considerar el modo de apertura de las puertas para no ubicar ningún mueble en su recorrido.

Nos conviene elegir un armario que disponga de baldas además de cajones para tener la ropa más frecuente a mano, o para colocar otros objetos personales que utilicemos asiduamente como los perfumes o los complementos. Por último, un gancho nos vendrá muy bien para colgar bolsos.

Otras utilidades

Los armarios no son sólo para las dormitorios, y para colocar ropas y pertenencias personales, ya que pueden ser de gran utilidad en otras partes de la casa.

Por ejemplo, en la sala de estar podría cumplir una función de primer orden, pues con sólo cerrar sus puertas pueden quedar fuera del alcance de la vista el televisor o el equipo de música, así como los CD y DVD.

En el comedor, los utensilios para la mesa pueden encontrar en un armario un buen lugar para tenerlo siempre a mano. Y esos espacios muertos que suelen aparecer en los pasillos, podrían convertirse en un armario ideal para lograr espacios extras para almacenar.